Marcaje de peso

¡Pobre Becks! La vida es una magnífica caja de sorpresas. El bueno de Beckham viajaba hasta Valencia amedrentado por el anunciado marcaje fuera de la ley que había profetizado el fantasmilla de Carboni y resulta que el verdadero secante de Becks era un grandullón de 120 kilos, dos metros y coleta a lo Ketama que le amargó desde que pisó la luminosa tierra de las naranjas. La empresa Eventos del Mediterráneo, organizadora del partido del verano, decidió asumir todo lo relacionado con la seguridad y colocó a un matón con cada uno de los galácticos. El tipo que hay en las instantáneas de abajo, con unas espaldas tan amplias como las de Shaq O’Neal, se aferró a los hombros del londinense hasta hacerle parecer David, el gnomo.

Fans rabiosas. Además, nuestro amigo (clavado a los quebrantahuesos que saltan al ring en los grotescos boxing-catch de los norteamericanos) se empeñó en aferrarse a sus cuartos traseros con un celo que habrá provocado a estas horas la indignación del millonario club de fans de Beckham, cuyas integrantes matarían por haber estado en una posición de semejante privilegio... Beckham estuvo el sábado con su amada Victoria en Safari Park, pero seguro que nunca pensó que en Valencia iba a estar acompañado por un gorila mucho más fiero que esos animales adormilados y dóciles que pueblan el zoo de Aldea del Fresno. Por si acaso, David pidió que por la tarde le cambiaran esa escolta tan pesada... en todos los sentidos. Eso sí, Florentino debería tomar buena nota del book que le ofrece AS desinteresadamente. ¡Presi, ahí tienes el central soñado! De nada, Valdano...

De hotel en hotel. Lo curioso es que el crack inglés, que es un chaval vocacionalmente familiar, cambia los hoteles de concentración por el Santo Mauro de Madrid. Sigue sin encontrar una casa que le guste (digamos que es Victoria a la que no le convence nada lo que les están ofreciendo, y ya sabemos que en estas cosas siempre mandan ellas) y de momento David, que tras su patadita a Vicente ya lleva dos tarjetas en esta pretemporada evidenciando que es un galáctico que se lo curra, seguirá viviendo con ese ejército de paparazzis apostados para seguir cada paso que da. El Madrid reza para que pronto encuentre un hogar, dulce hogar que permita a la Familia Adams (no es coña) disfrutar de una estabilidad que se me antoja necesaria. Que lo arreglen rápido porque al rubito de oro se le vio anoche perdido. Beckham se quemó en las Fallas de agosto como un Ninot.

La Ture y Ortí. Antena 3 mantuvo su fidelidad veraniega con el Real Madrid. Y hay que felicitarles porque antes de rodar la pelotita la sagaz Eva Turégano reunió sobre el césped a Jaime Ortí y a Valdano. El presidente valencianista nos dejó dos perlas bíblicas. A) "¿Los pitos de Mestalla? Tengo todo el año para que nos reconciliemos"; B) "¿Qué si he visto a Beckham? No, al que saludé fue a Raúl Bravo, que es buen amigo...". Así me gusta, que Ortí cuide la cantera blanca y más a este zurdo de Gandía (último reducto madridista en la playa levantina) al que Iñaki Sáez parece haber retirado la confianza (¿ciega?) que tenía en él.

Un Madrid ‘gris’. Lo que quedó claro anoche es que la tercera equipación del Madrid para este curso es horrorosa. No le quiero chafar el negocio a Adidas (además, la camiseta blanca y la azul ultramarino se van a vender como rosquillas porque son preciosas), pero es que Ronaldo, Pavón o Helguera se difuminaban en ese gris jaspeado que hacía difícil hasta su reconocimiento a través de la pequeña pantalla.

Grande Ikerator. Curioso. La nueva versión de un Madrid without Makelele no dejó daño colateral alguno. Cambiasso cumplió dignamente y quedó patente que sin Claude el Madrid seguirá desayunando, comiendo y cenando. No te fastidia. Por cierto, al insurrecto de Kinsasha habría que ponerle un vídeo (ahora que tiene tiempo libre) de Pablito Aimar. Jugadorazo. Imaginativo. Estético. Sí. Otro galáctico. Como mi nene favorito. Casillas ha vuelto. Un pulpo con cien brazos. El Madrid, en buenas manos. Gracias, Ikerator.