NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

La quincena sin sexo de Ronaldo

En este mundo sin fronteras todo se sabe, así que no nos debe extrañar que en su viaje a China le haya precedido a Ronaldo su fama de hombre feliz de verse en buenas compañías femeninas. Tan es así que un periodista chino se interesó por el caso y le preguntó qué tal lleva la abstinencia obligada de dos semanas de concentración ascética: "Dos semanas sin sexo no me van a matar", contestó el crack, con su sonrisa de siempre. Cierto. Dos semanas sin sexo son mucho menos de lo que años atrás soportaban muchos deportistas de élite, cuando existía el mal rollo de que el sexo debilitaba.

Bahamontes ejercía una abstinencia absoluta durante los meses de competición y en invierno se limitaba a dos lances amorosos por mes. Y el sexo fue tabú entre los boxeadores. (¿Han visto Toro Salvaje?). Conocí uno que siempre, en la víspera del combate, entre los nervios y la excesiva virilidad represada, sufría una polución. Se sentía sumamente desgraciado: "Tanto aguantarme para esto". Acabó acostándose con bolas de naftalina en el calzoncillo en torno al escroto, porque alguien le dijo que así evitaría las poluciones. Y, curioso, fue mano de santo. Autosugestión, supongo.

Cosas de otros tiempos. Pero el fútbol nunca lo tomó tan por la tremenda. A pesar de los esfuerzos de los entrenadores en pro de la castidad, los futbolistas siempre supieron apañarse en este terreno, incluso en los tiempos en los que en España el sexo no era pecado, sino milagro. Y cuando Holanda fue al Mundial 74 con mujeres y novias en la concentración y salió subcampeona, se acabó el tabú. A pesar de eso, sigue habiendo estas concentraciones largas, de corte un poquito monacal, resto de viejos hábitos. Pero nuestro querido y animoso Ronie lo sobrelleva con una sonrisa. Ya se repondrá.