Primum non nocere
La máxima hipocrática para el médico es Primero no hacer daño. La OMS define la salud, que todo médico debe promover, como un estado de bienestar físico, psíquico y social. Esto tenía que ocurrir algún día. La parafernalia y espectáculo que rodean al reconocimiento médico de un jugador tiene que terminar.
Los clubes deben de promover y ordenar que los reconocimientos médicos tengan el rigor, anonimato y seriedad que tal acto requiere. ¿Cómo puede el médico salvaguardar la máxima hipocrática en medio de tanta vorágine y avidez de los medios de comunicación por conseguir la noticia? Es prácticamente imposible. Pero lo ocurrido con el jugador Milito tiene que servir para hacer reflexionar a los dirigentes deportivos porque está claro que en este caso el jugador sale dañado en las vertientes psicológica y social de su salud.
El jugador llega a Madrid como si fuera un robocop y se marcha como si fuera una piltrafa humana. Y eso no es justo. El daño que se causa al jugador tanto psíquica como socialmente puede ser tremendo e irrecuperable. Por consiguiente, sirva este ejemplo a los dirigentes deportivos para que busquen en el anonimato de los reconocimientos médicos el mejor medio de preservar la salud de un deportista.
El doctor José González es Presidente de la Asociación de Médicos del Fútbol.