A Hierro le ayudaron a confundirse

Hierro estudia una oferta de Qatar y el Madrid busca un central veterano que aparte de dar sus prestaciones naturales al equipo titular contribuya con su conocimiento a la mejora de Pavón y Rubén, los dos jóvenes canteranos. Hace poco tiempo, el propósito era renovar a Hierro por dos años, a fin de que hiciera justamente eso: mejorar la formación de los dos canteranos (y los que puedan venir) y cubrir algunas necesidades extremas en la plantilla. Pero no ha podido ser. El club llegó en la noche triste del Txistu a la conclusión de que mejor fuera que dentro.

He aquí un caso de buen jugador confundido respecto a su verdadera importancia. Un gran jugador es importante mientras lo es, y en función de tal se le toleran muchas cosas. Pero cuando le llega la decadencia su peso decae inevitablemente, sus maneras de estrella dejan de tener sentido y lo mejor que puede hacer es reacomodarse al papel de hermano mayor, consejero de los jóvenes, atemperador de tensiones. Así puede prolongar su carrera y ese era el plan que había con Hierro. Pero él mismo lo desbarató porque no ha sido consciente de su profunda decadencia como jugador.

Claro, que la culpa no ha sido suya. En el club han contribuido a confundirle. Florentino Pérez y Valdano con sus reiterados elogios, fuera de fecha, tal como se le veía. Del Bosque, tratándole como un imprescindible, contra toda evidencia y toda justicia hacia Pavón. Así que no es raro que Hierro llegara al último día del año sintiéndose imprescindible para las campañas inmediatas, tan Macho Alfa como lo había sido en el club desde hace muchos años. Y de repente se ve fuera de la manada, buscando otros pastos, sin entender nada. Culpa suya, sí, pero también de quienes le confundieron.