100 años del Tour | Bernardo Salazar
El gran reto de Henri Desgrange
La Vuelta a Francia, el Tour, viene al mundo en 1903. Es en ese año cuando a Henri Desgrange, abogado, récordman mundial de la hora ciclista y fundador de LAuto un periódico deportivo, se le ocurre la idea de organizar una ronda ciclista al país galo tras una serie de comentarios de Geo Lefevre, encargado de la sección de ciclismo de LAuto, que lo veía más como un reto que como prueba deportiva, pero...
Desgrange se reúne con Victor Goddet, su socio en LAuto, le cuenta la idea, y éste calcula la operación: es rentable. No desanima a Desgrange y se hace responsable del riesgo financiero. Comprende el interés que el periódico puede conseguir de todo ello. Y así esa idea maravillosa de Lefevre, desarrollada por la cabeza de Desgrange, se plasma en una realidad numérica económica en los cálculos de Victor Goddet. Un triángulo perfecto.
Así se piensa crear el Tour. El 16 de febrero de 1903, todos los lectores de L'Auto se sorprenden al leer esta noticia: "El próximo mes de mayo se disputará la primera Vuelta Ciclista a Francia. Constará de seis etapas, con un total de 2.428 km, y estará dotada con 20.000 francos de oro de premio". Desgrange no deja nada al azar: contrata al ciclista Rodolfo Müller para hacer un ensayo general. Éste recorre en solitario los 2.428 km que suponían las seis etapas, y desde el final de las mismas retransmite sus impresiones sobre la dureza del recorrido, dónde se pueden hacer los controles, etc. Mientras tanto, Desgrange confecciona todos los datos necesarios para tener provisiones de alimentos, hoteles, albergues, etc, que deberían estar a lo largo del camino. Y así llegó la fecha en que había que cerrar la inscripción de los participantes. La decepción de Desgrange es enorme: sólo hay 15 corredores apuntados. Por este motivo, el Tour se retrasa del 31 de mayo al 1 de julio. Quizá esa consecuencia es la que hoy hace que julio sea el mes del Tour.
Cinco francos de dieta. Las dos fundamentales medidas que toma Desgrange para activar la inscripción de corredores fueron reducir la cuota de 20 a 10 francos y conceder a todos los participantes que terminaran la etapa entre los 50 primeros una dieta de cinco francos diarios. Estas medidas resultan eficaces, puesto que a la hora cero del Tour están inscritos 78 corredores, entre los que destacan Maurice Garin, Aucouturier y Emile Georget, así como Joseph Fischer, la gran figura alemana. Sin embargo, no todos acuden el 1 de julio al hotel Reveil Matin, ante cuyas puertas salió la primera etapa. Más de 2.000 espectadores se encontraban a la hora de darse la salida, cuando los ciclistas se pusieron en camino hacia Lyon. Así comienza la gran aventura del Tour.