NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Ciclismo | Tour de Francia

Armstrong contra el récord de Indurain

El americano prepara el asalto al quinto Tour. Los españoles están al acecho

Actualizado a
<b>LOS CONTRARRELOJISTAS ABREN FUEGO.</B> El Tour 2003 arranca hoy con un prólogo de 6,5 kilómetros. David Millar, uno de los grandes especialistas, probó ayer sus fuerzas.

Por partes. Admiro a Armstrong: por campeón, por sus méritos deportivos y por los humanos, por superar un cáncer y por ofrecerse como ejemplo, por no renegar. Tampoco me desagrada ese punto de chulería cowboy que se transforma en gratitud hacia los vaqueros de su rancho.

Ahora bien, dicho esto, mentiría si les dijera que quiero que gane el quinto Tour consecutivo. No quiero. Tal vez porque entiendo que ese récord le pertenece a Indurain (y a nosotros y a nuestros veranos), y de algún modo es lo que le protege ante los que le consideran un campeón manso.

También voy con los españoles que corren. No voy con el ciclismo en abstracto ni con los valores etéreos. Voy con los nuestros y con alguno que adoptaremos. Para homenajear a los gases nobles (y a los innobles) ya está el Premio Príncipe de Asturias, que a falta de deportistas en el mundo, galardonó al Tour de Francia, asunto que Leblanc se ha encargado de agradecer, en euskera, eso sí.

Pero volvamos a la carrera. ¿Qué podría hacer que Armstrong no ganara el quinto? Básicamente, que hubiera llegado su hora. Su rival es él. Por eso calca cada preparación y por eso sus rivales intentan descifrar cada mota de polvo con la esperanza de que sea una rendija por la que pueda resquebrajarse. Y lo cierto es que este año ha habido cambios en su rutina. Primero, el anuncio de su separación y posterior reconciliación. Luego, los problemas que tuvo para ganar la Dauphiné, donde Mayo le descolgó en las rampas del Galibier. En esa carrera, Armstrong se cayó y se hirió un brazo. No sufría una caída de consideración desde 1994.

No hay más indicios, el resto son aspirantes. Y casi todos escondidos, como Simoni, rey del Giro y candidato a la sucesión si sale a disputar, cosa que sería de agradecer, porque al Tour y a los españoles les hace falta que los italianos se sumen a la revolución. Entre los que se ocultan también está Aitor González, talento perezoso. Incluso Ullrich se hace el distraído, aunque le delata el palmarés: en cinco participaciones ha ganado una y ha sido cuatro veces segundo. Tal vez quien menos se esconde es Beloki, que promete atacar, cabe preguntarse si a riesgo de perder el podio. Y dejo para el final a Ibán Mayo (25 años) quizá en la última línea de los aspirantes, pero el único de ellos que no está de vuelta, sino de ida.

Hoy comienza en París el Tour del Centenario y Armstrong es el favorito. Pero hay algo de Indurain que corre este año. Por eso andan revueltos en Francia.