Beckham: queda libre el 23 de Jordan

Hoy llega Beckham. Primero pasará reconocimiento médico, sin posibilidad de sorpresa. Es un tipo fuerte, sano, bien entrenado, con poquitas lesiones, todas bien curadas. Y mañana se presentará ante la prensa... deportiva. El Madrid quiere que este primer acto fije jurisprudencia y no piensa acreditar a prensa del corazón, o prensa rosa, o de cotilleo, o como la queramos llamar, siempre con el mayor respeto. Sólo quiere prensa deportiva. El Madrid quiere huir de la imagen de hotel glamour para grandes estrellas y reforzar su imagen de club de fútbol. Grande pero clásico.

Pero aun sin desconocer esa condición de club clásico, la llegada de Beckham provoca intrigas especiales. ¿Qué número llevará? Allí era el siete, pero él ya ha dicho: "Raúl es el siete y Raúl es el rey". (A él le quitó Ferguson el diez para dárselo a Sheringham, y le pareció tal atropello que nunca haría algo así aun en el supuesto de que fuera posible). Sigamos: ha quedado libre el cuatro de Hierro. Pero en gran parte de Asia es un número siniestro. Muchos hoteles asiáticos carecen de piso cuarto. Pasan del tercero al quinto. ¿Beckham el cuatro? Eso daría escalofríos en Asia, su gran mercado.

Otra posibilidad: el ocho de Macca, al que suponemos su anfitrión y cicerone en Madrid. Ese número le pega a Beckham, por su posición en el campo. Pero cuando a Macca se le insinuó dijo que nones: "No. Yo soy de Liverpool, él es de Manchester". Respuesta respetable por lo futbolera. (Hay terrible rivalidad futbolística entre las dos ciudades). Una opción más: si Morientes se marchara, Ronaldo tomaría el nueve y Beckham podría coger el once. ¿Y si no? No quedaría libre ninguno de los once primeros números. Pero queda el veintitrés. Impar y primo. Y es el de Jordan. No estaría tan mal...