La institución por encima de todos

La noticia no llegó en buen momento. Lo admitió ayer el propio Valdano en conferencia de prensa. A cinco días del partido que dará o quitará el título esa bomba es cuando menos una distracción. Y en el caso de Guti tiene un efecto desmoralizante. He ahí un jugador de gran clase, que lleva años luchando por ser titular, rozándolo, que casi se podía pensar que ya lo había conseguido. Y ahora sabe que la llegada de Beckham le pone de nuevo a la cola. Ayer estaba desmoralizado y triste. Y tendrá que jugar el domingo contra el Athletic. Y es muy afín al núcleo duro de la plantilla.

La alteración del ambiente hizo que ayer se confiara a Hierro, como capitán, la comparecencia del día ante la prensa, en principio prevista para Morientes y Cambiasso. Lo hizo bien, aunque no pudo evitar una ironía previa: "Hombre, la beckhamanía", dijo cuando se asomó a la sala llena de periodistas. "Bechkam no ayudará a ganar esta Liga", dijo también. No, pero sí quizá las siguientes. También el núcleo duro se revolvió cuando se negociaba por Ronaldo en vísperas del partido de la Supercopa en Mónaco. Y ya se ha visto que las consecuencias de su llegada no fueron malas.

El fichaje se precipitó porque el jugador se iba diez días de gira por Asia y podía ocurrir que en ese plazo abriera sus oídos a alguna otra oferta, por ejemplo del Barça. Como la operación estaba madura, se remató. Y como el Manchester cotiza en bolsa, está obligado a hacer público un movimiento así. El momento para el Madrid era malo, sí, pero los jugadores deben saber que ellos no dirigen la institución, que está en manos de un hombre que por ahora no ha hecho las cosas mal, sino más bien muy bien. Aunque, dicho sea de paso, corre el riesgo de embolingarse con el tema del entrenador.