El laberinto de Vicente

Sus declaraciones sentaron a cuerno quemado en el seno jerárquico del club y más por ser en las vísperas del derby. Florentino y Valdano ya habían dejado claro hace dos semanas que no se hablaría de la renovación de Del Bosque hasta el término de la Liga, pero Vicente rompió la baraja en la noche del viernes (en declaraciones a la Cope), y ayer se ratificó ante todos los medios para dejar claro que su órdago ("Intuyo que no voy a seguir") está meditado a sabiendas de las consecuencias que puede acarrear para su inmediato futuro.

Es la historia de un desencuentro y las declaraciones del míster no hacen sino ratificar un divorcio que entre todos han tapado como han podido, pero las diferencias entre ambas partes son tan evidentes que se hace difícil barruntar un final feliz de este culebrón cuando se sienten el 23 de junio. Florentino y Valdano dijeron públicamente en varias ocasiones que Del Bosque renovaría sin problemas, pero el técnico nunca entendió que no se lo dijeran personalmente a él y que, además, se decidiese posponer todo hasta el término de la Liga.

Tampoco gustó en el club que Del Bosque se buscase un agente para la negociación (Pedro de Felipe, hombre de confianza del presidente), dado que en la renovación de hace dos años el míster llevó todo personalmente. Pero claro, aquello fue en marzo y la situación era distinta...

Del Bosque dice entender que el club se haya cubierto las espaldas y haya pensado en alternativas de futuro (Wenger, sobre todo, sin olvidar a Eriksson, a Lippi e incluso al propio Camacho). Pero le ha dolido. Valdano sigue convencido de que el día 23 puede haber un acuerdo con Vicente, pero es lógico que haya diseñado un Plan B porque Florentino le ha dicho que el banquillo es prioritario y que no puede quedarse vacío ni un día...