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Para fichar a lo loco ya teníamos a Gaspart

Campaña del Barça. Llueven las ofertas de fichajes. Vieri y Hernán Crespo por aquí; Van Nistelrooy por allá; para la portería tenemos a Rüstü, Kezman o Didulica. No nos olvidamos de Etoo y Makaay, triunfadores en nuestra Liga. Ni de Robinho, estrella emergente en Brasil. Hay centrales de lujo, como Chivu y Lucio. Y está D’Alessandro. Y Deco. Y jugadores que ya suenan menos al aficionado medio, como Petrov, Postigo, Quaresma u O’Brien. Y está Beckham, en torno al que ha girado la campaña. Y hasta un jugador del Madrid, misterioso, se supone que titular.

En ese sentido ha sido decepcionante la campaña del Barça. Voy a traer, voy a traer... Si eres presidente del Barça podrás traer lo que quieras, porque al Barça todos quieren venir, pero antes tendrás que traer soluciones económicas, y una idea ilusionante. Para traer jugadores ya teníamos a Gaspart: ¿alguien es capaz de recitar de memoria todos los que trajo en tres años? Pues trajo diecisiete y se gastó en ellos tanto dinero y en el mismo tiempo como Florentino en fichar sólo a tres: Figo, Zidane y Ronaldo. Fichando y fichando, Gaspart mandó al Barça a la ruina.

Así que si decían que Gaspart era el nuñismo sin Núñez, esta campaña electoral es el gasparismo sin Gaspart. Al final, en este gran concurso de bacaladas, brilla con luz propia la de Laporta, que ha llegado más lejos que nadie: a hablar con el Manchester sobre Beckham. Beckham irá al Madrid (se lo hemos dicho aquí ahora y siempre) pero su nombre ha distorsionado la campaña electoral del Barça. Tan es así, que me parece que antes de fichar por el Madrid ya le ha ganado su primer partido al rival. Porque el barcelonismo ha malgastado esta larga e intensa campaña electoral hablando de él.