Ronie, la vida es bella

Lo fácil es meterse con él. "Fíjate, se pasa el día en Montecarlo, Roma o Amsterdam. Y, además, se le ve pesado...". ¿Pues saben que les digo? Que bendito sea este Willy Fog con acento brasileño. Me parece mezquino criticar a un tipo por tener el don de la ubicuidad y por haber demostrado que las clínicas de dietética deben batirse en retirada. Para empezar, Ronie es una bestia de la naturaleza y su cuerpo es un 4x4. Decir que está obeso es una simple cuestión de desconocimiento de la anatomía humana. Los tipos que poseen su morfología muscular precisan un peso superior a los 85 kilos. Lo aprendí al leer un libro de José Luis Pinillos, en el que aparecía la silueta de un hombre como Ronaldo que entraba en la categoría de los "superdotados". Vean como hace flexiones, como entrena en solitario sin importarle la soledad del corredor de fondo, como se va a fajar mañana en la Ciudad Deportiva sin necesidad de tener compañeros de viaje...

E s intolerable que el personal siga criticándole por ñoñerías alejadas del fútbol, el territorio en el que Ronie es el number one. ¿Acaso alguien se metía con Puskas por su generosa barriguita? ¿Quién se preocupó por el peso de Maradona mientras nos deleitaba con sus genialidades que tanto alimentaron nuestro sueños adolescentes? Ronaldo es terapéutico. Su sonrisa perenne y su capacidad para estar en Seúl, Moscú o Río en cuestión de horas sólo merecen elogios. Su cuerpo no sufre desgaste alguno porque eso le hace feliz. De pequeño veía a Alfredo Landa siempre riendo con su curva señorial. Un actorazo. Pero Ronie es mejor todavía. Él nunca actúa. Es así. Auténtico. Me iría de cañas con él. La vida es bella...