NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

El gol número veinte de Ronaldo

El tremendo partido del Bernabéu deja al Madrid casi descabalgado de la Liga. Frente a un Celta que puso el autobús en el área chica, el Madrid se tomó con calma el primer tiempo, en el que encajó un gol en la única jugada de ataque rival, pero en el segundo desplegó un esfuerzo ejemplar que le hizo merecer la victoria. No la consiguió porque Carmona se figuró algo que no existía en la acción de Michel Salgado previa al remate letal de Ronaldo.

Hubiera sido el gol número veinte del fenómeno. Se quedó en la gambada número un millón del arbitraje español.

Esas cosas pasan y hay que aprovechar la ocasión para recordar que les pasan a todos. En su casa y fuera, en partidos trascendentales y en otros que no lo son, con galácticos por medio o sin ellos. Esas cosas pasan y también le pasan al Madrid y por eso no es justo adjudicarle el papel histórico de favorecido de antemano. Como tampoco es bueno que el Madrid vea fantasmas en esta su hora amarga. Simplemente, los árbitros se equivocan, y los que no son muy buenos, más, y los que son malos, mucho más. Porque llegan a pitar por pitar.

La Liga estaba en ese gol, si lo vemos con la mirada del día. Como hay que mirarlo hoy. Pero cuando acabe veremos que también estaba en muchas otras cosas. Claro, que es difícil reflexionar sobre ello hoy, tras asistir a la facilidad con la que una decisión sin sentido de un hombre mal preparado derrumba el esfuerzo casi heroico de un equipo y congela porque sí el entusiasmo de sus seguidores. En días así sólo cabe pensar una cosa: que el arbitraje es parte de esto, que es un factor más de azar, en el peor de los casos un mal necesario. Para todos y en todas partes.