El Barça busca una idea

Se lo dijo Pujol a Gabilondo: lo malo no es que el Barça no obtenga buenos resultados, lo malo es que ha perdido el alma. El Barça está ahora en periodo electoral y el socio escucha aquí y allá el mensaje de unos y otros, a la espera de alguien que le lance una idea a la que acogerse. Florentino enarboló ante las dos Champions de Lorenzo Sanz la idea de que había que recuperar los valores del club, y eso, más su tenaz estrategia de hacerse con un voto por correo anterior a las propias elecciones, le dio la victoria. Pero no sólo fue eso. Fue también Figo.

En el Barça se acumulan los candidatos. Desde Minguella, profesional de la intermediación de futbolistas que en la apoteosis del gasparismo hizo dinero con los fichajes de Rochemback y Geovanni, hasta Martínez Rovira, personaje nuevo, limpio de polvo y paja. Pasando por gente tan diversa como Michel Basilevitch (ex agente de Cruyff), Joaquim Clusells (el picarón que quiere abrir el vestuario a las damas), Joan Laporta (Elefant Blau), tres Jordis (de apellidos Casas, Majó y Medina), Jaume Llauradó (Fórum Samitier) y Lluís Bassat (20.000 votos le avalan).

Diez candidatos o precandidatos. Pero ¿cuál es la idea? Bassat, que parte en pole position, quiere tirar de Guardiola, pero Guardiola se lo piensa. ¿Además, es Guardiola una idea o no es más que una imitación del efecto Valdano en el Madrid? Otro personaje en rifa es Salvador Alemany, el hombre del baloncesto blaugrana: seny, eficiencia y triunfo reciente. Pero ¿Alemany es una idea o no es más que un tipo sensato que ha hecho bien lo suyo? El socio necesita una idea de grandeza que le ilusione. El que dé con la tecla le podrá plantar cara a Bassat.