NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

La suplencia de Portillo

Cuando Del Bosque dio a conocer el once inicial del Colombino (plagado de terráqueos) y Tote aparecía incluido en el mismo, seguro que a Portillo le debió correr fuego por sus venas. Y eso que entiendo en parte al míster. Por un lado, buscaba un jugador de enlace que posea más movilidad entre líneas y que conectase con Morientes, y por otro estaba enviando un recado al rebelde de Aranjuez. Vicente quiere que el canterano hable en el campo y se olvide de las ofertas (que las tiene) que le llegan de Inglaterra e Italia. Pero el salmantino no eligió el mejor día para ejemplarizar con sus chicos más díscolos. Ayer estaba en juego la Liga, pero el Madrid sigue empeñado en tirarla de forma lastimosa por su enfermiza obsesión con la Champions. ¿Alguien puede decirles a estas criaturas que es compatible ganar Liga y Copa de Europa el mismo año?

Dejar fuera a Portillo terminó siendo un error grave. Tote no supo aprovechar el caramelo que le puso su entrenador, que se convirtió en un azucarillo envenenado con esa rabona que nunca entenderé con 0-0 en el marcador. Portillo se habrá equivocado fuera del campo, pero dentro de él ofrece verticalidad, pujanza, presión, remate... y gol. Su cabezazo ante el Rayo dio al Madrid tres puntos de oro y ante los onubenses seguro que hubiera aumentado el nivel de presión sobre ese animoso Recre de Alcaraz, cuyos jugadores debieron preguntarse cómo es posible que gente como Macca, Solari, Flavio o Miñambres puedan defender el escudo blanco durante 90 minutos sin mostrar un solo gesto de orgullo. Cero patatero, un punto cutre y a fiar todo a Turín. Esto me suena de algo. Habrá que ganar otra vez la Champions. Asquerosa rutina...