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Dos modelos de juego frente a frente

Llegan las semifinales de la Champions. Empezaron 72 equipos. Quedan cuatro: el Madrid y tres italianos. La libertad frente el orden. La inspiración frente al método. El individuo frente al sistema. La técnica contra el físico y la táctica. Los mejores contra los mejor organizados. Eso es lo que veremos esta noche en el Bernabéu, y dentro de una semana, en Delle Alpi. Por el otro lado habrá una pelea local milanesa que nos interesa menos. Gane el que gane, representará a la misma escuela que la Juve. Gane el que gane planteará el mismo problema al Madrid en la final. Si llega.

Así que el Madrid tiene ante sí una misión especial: hacer valer un modelo de juego que es más bonito, más apreciable, más libre. Buenos jugadores jugando lo mejor que saben. Contra eso, los entrenadores que tenían a su cargo jugadores menos dotados aplicaron primero el entrenamiento físico: "Cuanto más corráis, menos se notará que sois inferiores." Luego, cuando con eso no llegaba, los entrenadores idearon artimañas tácticas: más defensas, marcaje a este, desdoblamiento por allí, estrategia acá, córners con el pie cambiado, trampa del fuera de juego...

Todo con su mejor intención de conseguir que un grupo de peores gane a un grupo de mejores. Por ese camino el fútbol progresó y mejoró en muchas cosas. Pero por ese camino Italia fue tan lejos que se olvidó de que lo esencial es el talento. Cuando se pretende someter a jugadores de talento a los artificios táctico-físicos inventados justamente como freno del talento, se cae en el mayor de los extravíos. Eso ha pasado en Italia, eso ha provocado la fuga de Zidane y Ronaldo y eso hace que sea tan de agradecer la apuesta del Madrid. Y tan deseable su triunfo.