Más vale tarde que nunca...

Florentino y Valdano van a renovar a Del Bosque para las dos próximas temporadas como primer entrenador del mejor equipo del mundo. De eso no tengo la menor duda. De hecho, el presidente se ha cansado de repetir públicamente que en la primavera florida se cerraría la continuidad de este técnico apagafuegos que conoce la idiosincrasia del club mejor que el salón de su casa. Quizás por eso no he entendido el escaso tacto que se ha tenido hacia su persona. Me explico. Si hace dos años se le renovó por dos campañas más en mitad del ejercicio (se firmó el contrato el 27 de marzo) y el presidente anunció con buen criterio que "se han aparcado los resultados para buscar otros valores como el equilibrio y la estabilidad", no sé a que se debe este retraso que cerrará el acuerdo en la última recta del curso, con la Champions y la Liga en juego. No basta con creer en la persona, sino en saber demostrárselo.

ADel Bosque se le podrá achacar que es un hombre de perfil bajo o poco amigo de los exhibicionismos públicos. Pero dentro del vestuario maneja las fieras con la sutileza idónea para lograr que no se convierta la caseta en una hoguera de vanidades. Lo saben Florentino y Valdano y por eso lo van a renovar. Pero la parte más perversa de mi revoltoso cerebro se pregunta en voz alta: "¿Aparecerá alguna duda antes de la firma en caso de que no se gane ni la Liga ni la Champions? Quiero pensar que no. En este actual Madrid señorial de Florentino que me tiene enamorado no hay lugar para esas mezquindades...