NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Por un ataque de importancia

El Madrid salió en Anoeta relamiendo todavía los elogios que recibió la noche del Manchester. "¿Chaval, tú viste nuestro partidazo en la tele?" Eso parecía estarle diciendo Figo a Aranzabal cuando el saque de banda del primer gol. Aranzabal, que sí vería el partido pero que no estaba para conversaciones, se fue, dejó tirado a Hierro y le dio el gol a Kovacevic. En el segundo fue Flavio el que, recordando los regates de Zidane, se creyó lo que no es. La Real montó un contraataque simplemente perfecto, invadió el despoblado y marcó el segundo gol.

Y luego vinieron dos más. Uno con Hierro doliéndose, pero sin retirarse del campo. Otro con Xabi Alonso recibiendo y gustándose cerca del área, sin la menor preocupación por parte de Flavio o Makelele. Ante los ojos felices de Anoeta, la Real le había marcado cuatro al Madrid en media hora, había reverdecido sus mejores esperanzas de ganar el campeonato y había dado la campanada de la jornada en Europa. Y es que la Real es mucha Real. Otros equipos castigan los ataques de importancia del Madrid con sustos. La Real lo castigó con una goleada que tardará en olvidarse.

Conclusión: la liga sigue abierta, hay tres aspirantes y los dos que no son el Madrid tienen sobre éste la ventaja de no estar en la Champions. La Real cuenta además el goal average particular, que la coloca a una sola victoria del liderato. Además ha pasado su bache, ha vencido algunas dudas y encara la primavera con lo mejor que siempre ha tenido: el enorme Westerveld, el mando de Xabi Alonso, cada vez más cuajado, las bandas de Karpin y De Pedro, la velocidad de Nihat y ese inmenso nueve que es Kovacevic. Y además la Real sabe ahora que lo de revelación le queda chico.