Hacia otra semifinal Madrid-Barça

Mientras Europa se deshacía en elogios hacia el Madrid y su monumental partido ante el Manchester, el Barça se trabajaba en Turín, con un partido sufrido y eficaz, el camino para meterse en semifinales. Y la primera impresión es que hoy se puede apostar por una semifinal española. El 3-1 está bien para ir a Manchester, a pesar de que Keane anuncie un infierno. El Madrid debe marcar allí, visto lo que tiene arriba y visto lo que tiene atrás el Manchester. Y el 1-1 en Turín es un resultado bonito, que permitirá al Barça elegir la forma de juego en el Camp Nou. Gran ventaja.

Por cierto, que es curioso el caso del Barça este año, tan diferente en la Liga, desplomado, de la Champions, donde lleva una trayectoria impecable. Un caso extremo de cambio de chip en un grupo que, ya antes de Antic, se sentía seguro y fuerte en la Champions. El fútbol es un estado de ánimo, decimos con frecuencia. El del Barça en la Liga es pésimo. En la Champions es óptimo. Un equipo que podría tener un nivel medio de siete puntos baja al cinco o menos en la Liga pero salta al nueve en la Champions. Olvida temores, se aplica, se reencuentra y se permite soñar.

Y así sacó ese bonito empate en Turín, donde la Juve fue, como el Inter en Milán, una muestra viva de que el calcio está por debajo de nuestro fútbol. Es su falta de generosidad lo que les hace atrasarse. Marcan un gol y no quieren más que cuidarlo. El Inter llevó ese modelo al paroxismo. Atrás, pelotazos largos para Vieri y Crespo y a ver si suena la flauta. En el segundo tiempo el Valencia se lo llevó por delante, aunque no marcara. No fue justo. Pero al menos vimos de nuevo un Aimar en camino del que queremos ver. Y si Aimar se enchufa, en la vuelta el Inter debe caer por dos.