Athletic y Barcelona se consideran aforados

El Athletic y el Barcelona son dos clubes diferentes. Realmente lo son. Significan algo más que los restantes clubes de fútbol de este país. No en vano son los dos únicos clubes que han rechazado hasta ahora poner un reclamo publicitario sobre sus camisetas. Aún tienen la idea de que hacer tal cosa supone vulnerar algo venerable y así es. Tras el Athletic y el Barcelona está el sentimiento de dos pueblos. Sus peripecias no interesan sólo a aquellos a los que gusta el fútbol, sino a casi todos los vascos y a casi todos los catalanes. Conocer este hecho diferencial contribuye a entenderlos.

Ahora están en un grito ambos, desesperado el Athletic porque Gurpegui está suspendido, desesperado el Barça porque le llega el cierre del Camp Nou. No lo conciben y fuerzan la situación hasta límites impensados. El caso Gurpegui ha producido la caída del Comité de Competición, la intervención del CSD y hasta la increíble oferta de que pase examen por cualquier laboratorio que no sea el de Madrid. Porque esa es otra: que les sancionen desde Madrid hace aún más insoportable el dolor. Por su parte, el Barça hace cuestión de honor evitar un cierre que se ganó con creces.

No sé en qué pararán estos dos casos, pero es bueno reflexionar sobre ellos. Athletic y Barcelona son diferentes y especiales, pero están sujetos a las mismas normas que los demás. Gurpegui dio positivo por nandrolona y suspenderle por eso no es ofender a un club ni a un pueblo, sino hacer lo que se hace en esos casos. El Camp Nou fue escenario de una barbarie intolerable, y cerrarlo por dos partidos no es ofender a un club ni a un pueblo, sino hacer lo que se hace en estos casos. Son distintos, son especiales, representan unos valores, pero no tienen por qué considerarse aforados.