Un homenaje al club decano

Hace unos cuantos meses acudí a Riotinto, junto a Bernardo Salazar y Tomás Guasch. Nos invitaron a una charla y fuimos allí con el respeto que nos merecía la visita al primer punto de nuestra geografía en el que prendió el fútbol. Quizá no fue el primer punto en que desembarcó. La primera noticia escrita de ingleses jugando al fútbol en nuestro suelo se publicó en Vigo. Pero el primer lugar en el que se registró formalmente un club deportivo con fútbol entre sus actividades fue en Huelva. El Recreation Football Club, del que el Recreativo se considera orgulloso heredero.

Allí vimos las casas de los ingleses en el barrio de Bellavista, y Rafael Cortés, el Salazar de allí, nos dejó hurgar en sus fotos y en sus papeles. Todo eso recordaba yo anoche cuando el Recreativo se iba al descanso en El Sadar, con un duro dos a cero en las costillas. Y más aún lo recordé cuando Xisco y Benítez levantaron el partido y metieron al club decano en la final. No me fue difícil imaginar la alegría con que los amigos de aquella tarde-noche de charla, fútbol y bromas debieron de vivir la segunda parte intensa, valiente y meritoria de los suyos, que les metió en la final.

Fútbol de Copa, fútbol puro, fútbol sin especulación, sin tiempo para enmendarse. Sobre agua o sobre terreno duro, sobre lo que toque. Fútbol sin mimo, que el público agradeció anoche llenando los dos campos con su presencia y con su pasión. Fútbol que rindió esta vez homenaje al decano, que tantísimos años llevaba esperando una ocasión así, y al Mallorca, que lleva años rondando títulos de Copa y hasta de Recopa, y que esta vez se ha quitado de delante al campeón. Recre y Mallorca. No son grandes, pero han sabido elevarse por encima de todos. Felicidades.