NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Los misterios del equilibrio ecológico

Tres victorias consecutivas hacen pensar que el Racing se mueve feliz en su heterodoxo modelo. Es curioso esto del fútbol. ¿Cuándo funciona un equipo? Cuando en el grupo existe un ambiente de ilusión, de fe, de concentración, de compañerismo, de trabajo. ¿Y eso cómo se crea? Es difícil de saber, es un misterioso equilibrio ecológico. Me da que en el Racing ha influido, desde la afición a los propios jugadores, el hostigamiento general al que han visto sometido a su querido club en la persona de Piterman. En lugar de ver a éste como un invasor han percibido más bien como una intrusión general la atmósfera creada en torno a él. Desde las prohibiciones de la Federación hasta las críticas de los medios de comunicación nacionales. Y el equipo se ha activado con ese estímulo.

El caso del Barça es más simple: se ha liberado de un mal rollo. Van Gaal cree que el modelo de buena convivencia vendrá dado por el acoplamiento a un orden prefijado de acuerdo a parámetros geométricos. No parte de los jugadores, cuyas condiciones naturales trata de forzar para acoplarlos a un mecanismo general que no es sino la expresión geométrica de su confuso ego. Llega Antic y hace lo contrario: ahorra esfuerzos a Saviola y éste se lo paga con goles; acoraza a De Boer con Puyol y ambos le funcionan, mueve un poquito acá y un poquito allá a Xavi y Cocu y los dos son felices. Ahora todos juegan al fútbol. Antes se les pedía algo así como recitar a coro, en cada partido, una abstrusa disertación táctica, a mayor gloria y complacencia de un jefe terco e indescifrable.

El secreto es el ambiente, que casi siempre aparece solo. ¿Y el entrenador? El entrenador puede provocar la aparición de ese ambiente (caso Antic) y debe preocuparse primordialmente de conservarlo, que ya tiene mérito. Es un arte sabio, que requiere armonizar a presidente, directivos, titulares, suplentes, opinión pública... Y conformarse con sacar la alineación que sacaría cualquier aficionado medianamente informado, a la vista de la correspondiente plantilla. Ya es mucho más de lo que hacen la mayoría, que por dejar su sello suelen estropearlo todo. Con excepciones, que en esto también las hay. Por ejemplo, Irureta y Rafa Benítez, que han cincelado sus equipos y consiguen que les duren en buen uso, sobre todo Irureta. Pero son excepciones. ¿Y Denoueix? Sí, puede que también sea de éstos.