Kaiser, cállate

Cuando uno era un mocoso de nueve añitos asistía embelesado a esa imagen imperial de Franz Beckenbauer durante el Mundial de Alemania’74. Un líbero elegante como un cisne que sacaba el balón jugado con la inteligencia de un científico y la precisión de un matemático. Pero ocurre que en la vida hay un tipo de individuos que cuando dejan la pasarela del éxito sacan la cara más viciada y nociva de su personalidad. Pasean ese demonio que revela lo mal que lo llevan por haber perdido el glamour de la juventud y del éxito.

Por eso me asquea ver a un mito futbolístico como él llamando gordo a Ronaldo y atreviéndose a catalogarlo como un jugador con el que el Madrid juega peor mientras está en el campo. Ridículo. Lo que le joroba al Kaiser es que el Madrid lleva varios años comiéndole la moral a su Bayern y que, cuando toca un España-Alemania como el de Son Moix, son también los madridistas (Raúl, Guti, Casillas...) los que le amargan su fervor patrio.

Cierto que Ronaldo no termina de explotar el enorme talento que posee y que ante el Borussia se echó en falta algo más de compromiso emocional por su parte. Pero Beckenbauer es el último legitimado para intentar meter baza en una cuestión que sólo compete al madridismo militante. Además, con Raúl el Madrid ya tiene ganado el cielo. Ronaldo le da ese toque travieso que envidia un teutón aburrido y soso como él.