Tim y la manta corta

Tim y la manta corta

Con el triunfal Barça de Cruyff, apodado dream team sin ninguna imaginación (el copyright lo tenía el equipo de ensueño de Jordan, Bird y Magic Johnson), se puso de moda aquello de que "lo importante es el ataque y meter goles; si metes seis, da igual que te hagan tres". Era una declaración de principios que resultaba muy estimulante y romántica. Pero, seamos serios, suponía un atentado contra el trabajo defensivo y estajanovista de los tipos alejados del star system, de esos zagueros esmerados y esos pivotes que desde la medular se desgastan en recuperar balones y ayudar a la línea más retrasada del grupo.

Un equipo que se vista por los pies debe mantener el equilibrio entre su producción ofensiva y su capacidad para evitar que el enemigo perfore su portería. Eso es algo que agradece gente como Casillas, que está firmando sus mejores números gracias a su madurez creciente como guardameta (no olvido su actuación en Son Moix), a la consolidación del cuarquinteto formado por Salgado-Hierro (Pavón)-Helguera-R.Carlos, y la ayuda inestimable del dúo dinámico de ébano: Makelele-Flavio. Ya lo dijo Tim, el brasileño que entrenó a Perú en el Mundial de España’82: "El fútbol es una manta corta. Si te tapas los pies, te descubres la cabeza, y si te tapas la cabeza, te descubres los pies ...". Pues este Madrid está muy bien arropado. Por delante y por detrás...