Ronie, sólo te faltan 18

Cuando Ronaldo firmó un explosivo debut ante el Alavés el pasado 6 de octubre, lanzó un reto público al aire que a muchos les pareció precipitado y exagerado: "Acabaré la Liga con 25 goles". Una racha irregular ante las porterías rivales incrementó el escepticismo de los hombres de poca fe, que se lanzaron a campo abierto jactándose de que los 8.000 kilos pagados al Inter por el brasileño habían resultado un mal negocio. No hay problema. Son los mismos necios que en su día discutieron la idoneidad del fichaje de Zidane... Ronaldo ha sido como ese profesor universitario que empieza el curso con el alumnado empeñado en perderle el respeto y en ningunearle, pero que lo termina con los chicos entregados a su verbo y las chicas idealizándolo en todos los sentidos.

Su productivo gol de Balaídos, clavadito al primero que le metió a Borde Kahn en el Brasil-Alemania de Yokohama, fue una demostración de integración definitiva en este Madrid de cinco caciques y seis indios (Hugo Gatti dixit). Raúl, metido en todas las escaramuzas ofensivas de su equipo, Figo, adueñándose de las bandas, y Roberto Carlos, un cuchillo afilado cada vez que pisa el acelerador, abastecieron a este chaval de sonrisa perenne y olfato de gol insaciable. Metió uno y estuvo cerca de lograr otros dos, aparte de darle una asistencia imperial a la cabeza del tricentenario Raúl.

Conclusión. A Ronaldo sólo le faltan 18 goles para cumplir su palabra, los mismos puntos que ha sumado el Madrid en las últimas seis jornadas. A esta gente se le ha metido en la cabeza ganar la Liga y ya se sabe cómo se las gastan cuando quieren algo. El liderato, a la vuelta de la esquina. Un puntito.