No merecemos ser noticia...

Con la única excepción de la balsámica victoria en la Copa ante el Xerez, lo cierto es que múltiples e inciertas negatividades pueblan nuestro día a día en este inicio del que debería ser un año de gozo y celebraciones. La errática y vacilante actuación del equipo en los últimos encuentros ligueros ha terminado por convencer a los que no creían en Luis Aragonés, cuando a un punto de entrar en puestos de Champions League, apelaba a la prudencia viniendo a decir que andamos justitos de talento para mantenernos en la categoría. Por si esto fuera poco, el presidente Jesús Gil da rienda suelta a su comprensible enfado, volviendo a errar en las formas. Sus altisonantes palabras utilizando el altavoz mediático para darlas mayor trascendencia, no consiguen otra cosa que sembrar el malestar y desestabilizar a la plantilla. Una plantilla que únicamente tiene que escuchar las quejas sobre su paupérrima actuación, de quien corresponda, cara a cara y siempre de puertas adentro.

Los aficionados queremos que el equipo o la entidad deje de ser noticia, por las dudas que siembra su juego o por aquellas portadas en las que se reflejan insultos, descalificaciones y menosprecios. En éste, nuestro año del glorioso Centenario, afición, directivos, cuadro técnico y jugadores tenemos que lograr ser una silenciosa y engrasada máquina, para que el equipo sea capaz, si no de reescribir su historia esta presente temporada, dejar el terreno abonado para las venideras.