Fútbol sin conservantes ni colorantes

¿Quién dice que esta semana no hay fútbol? Lo hay, y del bueno. Fútbol de alta escuela, porque en Maspalomas se reúnen los equipos cadetes de las mejores canteras de España y Europa para reñir la supremacía. De fuera vienen París Saint Germain, Ajax, Manchester United e Inter, para medirse con Real Madrid, Barça, Athletic, Atlético, Valencia y Las Palmas. Niños de doce años, en la modalidad de Fútbol a Siete. (Siete contra siete, en medio campo, dispuesto a lo ancho, con las porterías en las bandas). Un campo acorde al desarrollo físico de los chavales.

Ya hace años que Carmelo Zubiaur, apóstol de esta idea, nos enredó a De la Morena y a mí (entonces yo estaba en Canal +) con ella. De allí salió el torneo de Brunete, que se sigue celebrando todos los veranos. Y de éste salió, como una consecuencia natural de crecimiento, el torneo internacional de invierno. Ahí sigue Canal +, que lo televisa en abierto y cede la señal a cuantas autonómicas quieren darlo. Y este año se verá también en Francia, a través del flamante Sport Plus, y en Inglaterra y en Italia, por los canales de los propios clubes, lo mismo que se verá en Real Madrid Televisión.

Es el fútbol como es, sin conservantes ni colorantes. Sin achique de espacios, sin especulación, sin faltas tácticas, sin Rafa Guerrero, sin pérdidas de tiempo, sin Argimiro ni Zornoza ni Sequeira ni todos los que vienen después. Fútbol que fluye en estado puro desde la cabeza de estos chicos hasta sus pies, y de ahí se proyecta hacia el compañero o hacia la portería contraria. Fútbol sano, bonito, descontaminado, mecido esta vez por el dulce clima de Maspalomas. Es el fútbol como lo ven, lo explican y lo interpretan los niños. El fútbol que todos soñamos y entre todos perdimos.