La plantilla está mosca con Ronaldo

Hoy se cumplen tres meses exactos desde que Florentino Pérez presentó en el Bernabéu a Ronaldo como flamante nuevo jugador del Real Madrid. Pasados esos 90 días, la plantilla, la afición y los responsables del club dan vueltas a la cabeza sobre qué demonios le puede estar sucediendo al crack para seguir dando una versión borrosa de su incuestionable calidad futbolística. En el vestuario quieren que Ronie explote en Yokohama de una vez su talento goleador y comprenda que las exigencias en el Madrid son máximas... en todos los sentidos.

Ronaldo debe despertar ya. Lo dice la afición madridista, lo comentan en privado los responsables de llevar las riendas del club y lo reclaman, desde el respeto profesional, sus compañeros. La plantilla es consciente de que Ronaldo puede ser un factor desequilibrante que les ayude a ganar títulos y prestigio, pero necesitan que el pichichi del último Mundial se comprometa al 100% con el equipo, que navegue en la misma dirección (las declaraciones que hizo desde Corea criticando que el equipo no jugaba para él sentaron como una fabada de lata caducada) y que asimile que llevar el peso del escudo del Real Madrid debe asumirse en todo instante y no sólo en el momento de los golazos y las palmadas en la espalda.

La final de mañana en Yokohama, el escenario en el que Ronie se encumbró ante el mundo con sus dos goles a Kahn, debe ser el punto de inflexión que marque el despegue del mejor ariete del mundo... cuando está en perfectas condiciones físicas.

Buen trato.

Sus compañeros alaban su humanidad, la humildad con la que se ha integrado al grupo y su capacidad para aceptar las normas de vestuario, pero esperan que ahora Ronaldo complete su estatus de supercrack tirando del carro como hicieron en su día Zidane, o anteriormente Figo. Ronaldo lleva ya tres meses desde que llegó a Madrid y consideran que el tiempo de adaptación ha sido suficiente. Eso sí, por Barcelona y Milán ni se le vio. Maldita gripe.

Al menos, el asunto del sobrepeso va entrando en una dinámica más coherente, dado que Ronaldo llegó a engordar hasta los 89 kilos al poco de llegar. Las celebraciones por su fichaje por el Madrid, lógicas tras pasar un calvario en el Inter, le hicieron descuidarse y por eso los servicios médicos han luchado en estos últimos 60 días para bajarle la barriguita. Ha perdido cinco kilos y ahora está en 84, casi su peso ideal dada su fuerte complexión física. Sólo Ronaldo puede ahora enfriar las dudas sobre su rendimiento. Dos goles a Tavarelli cerrarían el debate. Digo yo...

Flavio Conceiçao y Ronaldo

El hermanamiento entre Flavio Conceiçao y Ronaldo es absoluto. Muchos pensaban que sería Roberto Carlos el cicerone de Ronie a su llegada a Madrid, pero es Flavio el que no se separa de Ronaldo ni siquiera en los entrenamientos. La imagen de Flavio atándole la bota en el estadio Todorokis fue anecdótica, pero muy reveladora del buen feeling existente entre ambos.

Es habitual ver a Ronie y a Flavio comiendo o cenando juntos en los restaurantes de moda de Madrid (De María o el Asador Donostiarra son sus preferidos), y hasta decidieron quedarse a cenar ambos en A Coruña la noche en la que el Madrid empató en Riazor. A Moscú no le acompañó. Hubiese sido excesivo. ¿No?