Luis Cuervas Vilches (Sevilla, 5-5-1932) falleció al mediodía de ayer a los 70 años de edad víctima de un cáncer. El empresario juguetero sevillano estuvo durante casi toda su vida ligado a la entidad de Nervión. Antes de llegar a ser presidente fue directivo en las épocas de José Ramón Cisneros Palacios y Eugenio Montes Cabezas. Asumió el cargo presidencial el 14 de octubre de 1986 y se mantuvo en el mismo hasta el famoso 5 de agosto de 1995. Fue el tercer presidente que más tiempo ha ocupado el cargo en la historia de la entidad sevillista, tras Ramón Sánchez Pizjuán y Eugenio Montes Cabeza. Casi una década en la que los acontecimientos fueron cayendo en cascada. Sin duda, el sevillismo lo recuerda como un gran presidente que fue capaz de mantener al club en los puestos de privilegio de la clasificación. Una realidad muy alejada de la que el club vive en los últimos años, inmerso en una importante crisis económica y deportiva, con dos descensos de categoría recientes.
A Luis Cuervas siempre se le recordará por los importantes nombres que han ido desfilando durante su mandato. Con él vinieron al Sevilla Suker, Simeone, Zamorano, Dassaev y... Diego Armando Maradona. El crack argentino llegó al Sevilla en la temporada 92, ayudado por la presencia en el club de Carlos Salvador Bilardo. Y es que con Cuervas también desfilaron por el banquillo grandes nombres: Aragonés, Cantatore, Bilardo... Todo esto hizo posible que que el equipo, durante su mandato, se clasificara en dos ocasiones para jugar la Copa de la UEFA (en las temporadas 89-90 y 94-95).
Este buen panorama futbolístico fue acompañado de dos hechos extradeportivos que marcaron su gestión. Fue el autor de la famosa recalificación de los terrenos de Nervión, que aportaron a la entidad una importante cantidad de dinero.
Su etapa presidencial finalizó con el polémico descenso administrativo del equipo a la Segunda División B (que al final no fue ejecutado) y que despertó la ira de todos los sevillistas que se echaron a la calle en una manifestación que congregó a 40.000 personas. Cuervas tuvo que marcharse. Un adiós triste que pudo borrar de su mente cuando la afición se puso en pie para aplaudirle en su última visita al Sánchez Pizjuán. La misa por su eterno descanso será hoy a las 13:00 horas en el Tanatorio de la SE-30.
