Ciclismo | Vuelta a España
Las Palomas dio la Vuelta a Giovanetti
Hoy se llega a Ubrique, un escenario que resultó decisivo en 1990
La etapa de hoy, con el puerto de Las Palomas a 33,6 km de la meta de Ubrique, es la típica jornada de media montaña que puede resultar intranscendente, pero que también puede decidir una Vuelta. Y si esta afirmación le resulta a alguien exagerada, que eche una mirada a la edición de 1990, en la que una fuga en este escenario fue definitiva para el triunfo final de Marco Giovanetti.
Era la sexta etapa (Loja-Ubrique) y se consintió una fuga de un grupo. Ganó el danés Worre, pero fue lo de menos. Allí se colaron Giovanetti, casi un desconocido, y Julián Gorospe, que se vistió de amarillo. "La escapada era interesante para Banesto. Estaba controlada para no perder más de tres minutos y, además, yo me puse líder. El jefe era Delgado y quedaba mucha Vuelta. La situación era ideal, pero nunca creímos que el italiano pudiera rentabilizar así el tiempo", explica el ahora director del Euskaltel.
Maximino. El director de Giovanetti en el Seur era Maximino Pérez. "La escapada fue importante, pero no tan decisiva como se dice", afirma el ahora manager del Relax. "Realmente, Marco no ganó la Vuelta ahí, sino en las etapas posteriores. Hubo que resolver muchas situaciones estratégicas difíciles, con un equipo que acabó con cuatro corredores. Fue una victoria heroica", recuerda el técnico fuenlabreño.
Aquella Vuelta cambió a dos personas. Giovanetti, que actualmente regenta un hotel, dio un salto de calidad: fue tercero en el Giro 90 y cuarto en el de 1992. Y Maximino cumplió su sueño de ganar una grande: "Fue una gran satisfación a nivel interno, porque me demostré que podía ser un buen director sin necesidad de haber sido un corredor importante. Esa victoria me consolidó".