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Primera | Real Madrid

Ronaldo: ruptura oficial

La intransigencia del Inter en las negociaciones forzó que Florentino y Valdano diesen por cerrado el culebrón... a la espera de lo que haga Ronie.

Ronaldo: ruptura oficial

El fichaje de Ronaldo sufrió ayer un aparente siniestro total. Y digo aparente porque basta repasar lo acontecido en los dos últimos años en materia de contrataciones (Figo, Makelele, Zidane...) para comprender que en el caso del Real Madrid no estará dicha la última palabra hasta que se agote el plazo de inscripción de jugadores el próximo día 31. Ayer se paró toda la maquinaria, engrasada con carburante de mala calidad en el Pitina II el pasado jueves, en una reunión en la que Florentino y Moratti no tuvieron el buen feeling que luego se quiso trasladar al escaparate mediático.

El presidente del Inter quería un saco de euros ("tantos como los que pagasteis por Zidane"), mientras que su homónimo del Real Madrid le pedía calma y a cambio le ofrecía las alternativas de Morientes, Flavio y Munitis como si fuesen la manzana del diablo. Pero Moratti no la quiso morder y nada más regresar a Italia ya dejó claro que "sólo fue una visita de cortesía y las posiciones entre ambos clubes están muy alejadas".

Regateo

Florentino se fue a la cama de su yate con la desazón propia de quien sabe que tu oponente en el pulso no está por la labor de ceder. De hecho, la orden que le dio a Jorge Valdano por la mañana es que no claudicase ante las altas exigencias del Inter, basadas en unas cifras astronómicas. Valdano conversó dos veces con Massimo Moretti (que no Moratti) durante la mañana. "Massimo, os podemos dar un par de jugadores y al menos 15 millones de euros".

Moretti telefoneaba a su vez a Moratti y éste le respondía: "Caña". El Inter contraatacaba asegurando que de los jugadores como mucho le podían interesar Morientes (para suplir la hipotética baja de Ronaldo o para hacer un canje con Crespo y la Lazio) y Solari. Valdano dejaba claro que Solari es "intransferible", y en ese momento Moretti mostraba la verdadera cara de la negociación. "Mi jefe dice que podemos arreglarlo todo por 80 millones de euros, sin necesidad de jugadores...".

Vamos, los 13.000 millones que costó Zidane. La táctica del Inter estaba diseñada para que no hubiera un final feliz en las conversaciones. El director deportivo del Real Madrid tuvo muy claro cuando colgó el teléfono por segunda y última vez a Moretti que "han querido mostrar ante su afición una imagen de firmeza institucional". Valdano comprobó rápido que por cada metro que acortase la distancias con las exigencias del Inter "ellos pondrían otra piedra en el camino para alejar cualquier posibilidad de acuerdo".

Florentino, informado al instante gracias al carácter instantáneo de las conversaciones que facilitan los portátiles, se cabreó seriamente cuando supo que Moratti no solo no daba su brazo a torcer, sino que abría una última y surrealista posibilidad: "Os damos a Ronaldo un año cedido con una opción de recompra para el año 2003 por un precio de 80 millones de euros. Ahora tendríais que pagar 10 millones por la cesión, más Solari...".

A Valdano y a Florentino casi les dan ganas de tirar el móvil al suelo tras escuchar semejante majadería. El Madrid hizo un comunicado en su web muy diplomático: "Damos por terminadas las negociaciones porque existen diferencias insalvables". O Florentino ha medido mal sus fuerzas con Moratti (un tipo que se podría liarse cigarrillos con billetes de 500 euros) o aquí todos han calculado mal la disposición del Inter para negociar. Ronaldo, de momento, debe esperar.