José Ignacio: "Ante el Valladolid nos jugamos la vida"

Primera | Zaragoza

José Ignacio: "Ante el Valladolid nos jugamos la vida"

José Ignacio: "Ante el Valladolid nos jugamos la vida"

MACARIO MUÑOZ

J. Ignacio avisa y Láinez remacha: "Hay que morir matando".

El destino del Zaragoza parece apuntar ya a Segunda División porque las sensaciones que transmite el equipo así lo determinan. Y mucho más después de la inadmisible insolencia que se exhibió en el Bernabéu, y que denunció hasta el propio Luis Costa. Pero, objetivamente, quedan tiempo, puntos y partidos suficientes para alcanzar tierra firme antes del naufragio. Éste ejercicio de corrección del pesimismo es vital para afrontar la decisiva visita del Valladolid, donde el equipo está obligado a ganar para lograr la permanencia.

El del domingo es un duelo a vida o muerte, donde el Zaragoza debe cambiar todas esas cosas que denunció Luis Costa en la sala de prensa del Bernabéu: el compromiso, la agresividad, la actitud... En definitiva, todo lo que se le supone a un profesional.

La importancia de los tres puntos ante el Valladolid traspasa el valor material de los mismos, su cuantificación en la tabla por la salvación. "Si perdemos ante el Valladolid nos podemos ir despidiendo. Quedarían puntos por disputar y espacio suficiente para la maniobra, pero...¿contra quién? Nos hace falta una victoria con urgencia. Hemos entrado en una dinámica muy peligrosa donde parece que es imposible ganar. Estoy convencido de que si la rompemos el equipo va a ir hacia arriba. Este domingo nos jugamos la vida. Es el partido más importante en La Romareda en los últimos años", declaró José Ignacio.

César Láinez fue el más contrariado ante el descorazonador perfil ofrecido en Madrid. "No nos puede faltar agresividad. Lo mínimo que se le puede pedir a un equipo en nuestra situación es que muera matando y nosotros no damos ni patadas. Hay que ser un rival incómodo, al que cueste vencer y no dar la imagen de los últimos encuentros. Frente al Valladolid, hay que salir con un par de huevos. No vale ya apelar a la calidad ni a que tenemos una gran plantilla. Hay que salir a encoger a los rivales a pelotazos y sacar el orgullo. Mientras matemáticamente tengamos posibilidades, no me rendiré. No podemos pedir nada a la gente".