Los últimos héroes

El Real Madrid se tiene que remontar casi una década atrás para recordar su última conquista copera (1993), mientras que el Depor logró dos años después el único título de Copa del Rey de su historia. Butragueño, Pepe Carcelén y Alfredo Santa Elena rememoraron en AS sus vivencias triunfales en esas finales que, obviamente, nunca olvidarán.

Pepe Carcelén todavía se estaba secando las lágrimas por la dramática derrota del Madrid en Tenerife. Como dice el por entonces ayudante de Benito Floro y actual mano derecha de Camacho en la Selección Española: "Hubo cosas muy raras en Tenerife y del arbitraje de Gracia Redondo es mejor no hablar".

El destino quiso ser generoso con aquel Madrid de la Quinta del Buitre, que vivió un lustro de angustias y frustraciones por culpa del poderío futbolístico del Dream Team de Cruyff. Carcelén razona lo importante que fue vivir la pasión de la Copa del Rey en Mestalla: "Habían pasado seis días desde lo de Tenerife y ganar ese título fue como una liberación. Cuando marcó Lasa, me sentí como en una nube. Yo, que como quien dice venía del pueblo a la elite, tenía mi primer título importante...".

Carcelén confiesa a AS que hubo un momento clave en la victoria del Madrid sobre el Zaragoza en la final de Valencia: "Míchel y Sanchís se pusieron a gritar en el vestuario algo así como ‘vamos, joder, ni Dream Team ni leches, que sepan que el Madrid es el mejor equipo de España’. Fue muy emotivo, y los chicos saltaron al campo a por el título, sin complejos".

Emilio Butragueño asume que esa Copa llegó en un momento crucial en su carrera y valora como merece la trascendencia de la final de una competición tan imprevisible: "El miércoles vamos a disfrutar. Una final de Copa es lo máximo, tanto por el escenario como por el ambiente. El Bernabéu, el día del Centenario... Estoy seguro de que se verá una final memorable".

En Mestalla, el Madrid se vengó de la Liga perdida en Tenerife una semana antes, superando en la final de Copa al Zaragoza que por entonces entrenaba Víctor Fernández. Butragueño lo rememoró para AS: "Después de las dos Ligas perdidas en Tenerife, mis compañeros y yo queríamos poner fin a un trienio maldito. Me acuerdo de cómo marqué el 1-0 y cómo di a Lasa el pase del definitivo 2-0. Ahí supe que nadie nos quitaría esa Copa". Butragueño ganó dos años después la Liga de Valdano y acto seguido abandonó el Real Madrid para irse a México...

A Mikel Lasa se le recuerda por el golazo que metió a Unzúe en el Bernabéu desde 62 metros, en un Madrid-Sevilla. Pero, sin lugar a dudas, el gol más importante de su carrera profesional (que ahora desarrolla en el Real Murcia) se produjo en la final de Copa de 1993. A 12 minutos del final, se desmarcó hacia campo aragonés y Butragueño le dio un pase perfecto. Encaró a Cedrún, le regateó con un gran recorte y marcó a puerta vacía. El gol de su vida.

Una lluvia torrencial había suspendido tres días antes (25-6-1995) el primer asalto de aquella curiosa final, con 1-1 en el marcador. Restaban por disputarse menos de 10 minutos. Pero en el segundo asalto, celebrado en el Bernabéu 48 horas después, Alfredo mostró su condición de talismán al batir a un desafortunado Zubizarreta apenas pasados 13 segundos de la reanudación. El penalti errado por Djukic un año antes en la última jornada de Liga quedaba en el olvido para la afición deportivista. El oportunismo de Alfredo tumbó a un Valencia en el que Mijatovic era su figura.

Aunque su pasado rojiblanco (Atlético de Madrid) y blanquiazul (Deportivo) le empujan a soñar con un triunfo del equipo de Javier Irureta, Alfredo Santa Elena confesó a AS que en la final de mañana espera ver un Madrid victorioso: "El carácter ganador de Raúl hace favorito al Real Madrid". Asimismo, el madrileño recuerda orgulloso lo que supuso su gol triunfal ante el Valencia en la final del 95: "El Rey Juan Carlos me dio la mano en el palco y me dijo ‘hombre, tú otra vez’...". Alfredo marcó el gol que dio la Copa al Atlético en la final de 1991 ante el Mallorca. Un talismán.