Bergkamp conduce 1.600 km para jugar

Premier League | Arsenal

Bergkamp conduce 1.600 km para jugar

Bergkamp conduce 1.600 km para jugar

REUTERS

Por su fobia a volar, llevaba sin ir a un partido europeo desde mayo de 2000. Hoy estará frente al Leverkusen.

Dennis Bergkamp tiene pánico a volar y ha tenido que conducir 1.600 kilómetros desde Inglaterra hasta Alemania, para jugar hoy en el Bayer Leverkusen-Arsenal de la Champions. La última vez que el holandés participó en un partido europeo de su equipo fuera de casa fue en mayo de 2000, en la final de la Copa de la UEFA en Copenhague, cuando el Arsenal perdió con el Galatasaray en los penaltis.

Arsene Wenger, su entrenador, parecía haber abandonado tanto la idea de convencer al jugador para que viajase en avión como la de que lo hiciese en tren o en coche, por el lógico cansancio que acumula el jugador.

En esta ocasión, Wenger ha cambiado de idea porque el Arsenal, segundo tras la Juventus en el grupo D, ha perdido los últimos seis partidos que ha jugado fuera en la Champions. En vez de participar en el partido de la Copa inglesa contra el Gillingham, Bergkamp partió de Londres el pasado sábado. En el viaje hasta Dover tardó dos horas.

Descansó durante media hora en el túnel que le llevó a Calais y luego condujo otras seis horas y media para llegar a Amsterdam. En otra hora y media más se puso en Colonia, donde se ha concentrado el equipo para preparar el choque frente al Leverkusen. En total, el jugador holandés se pasó al volante más de diez horas.

"Antes no quería llevarle al extranjero, pero no sabía lo que pasaría con mis otros delanteros en el partido de la Copa. Siempre está bien tenerle allí y, como está suspendido para el partido siguiente de la Premier, no tendrá que apresurarse para volver. Es difícil explicar nuestra mala racha fuera de casa en Europa y quiero un equipo tan fuerte como sea posible", explicó Wenger.

Pisó el suelo de cinco países

En su odisea para jugar el partido de hoy, Bergkamp pisó el suelo de cinco países. Salió de Inglaterra y pasó por Francia, Bélgica y Holanda antes de llegar a Alemania. El miedo a volar tiene sus desventajas, pero no cabe duda de que una ventaja es que se conocen otros paisajes.