La final de Copa no pasará por taquilla

Los tiempos cambian, las mujeres ya presiden los grandes bancos y hasta un clásico como Del Bosque asume que es posible hablar con los niños de Barcelona desde la pantalla de un despacho del Bernabéu. Entre tanto impacto sociológico y tecnológico, no extrañará a casi ningún simpatizante del Real Madrid que para conseguir una entrada para la final de Copa del 6 de marzo se tendrá que limitar a echar mano de su tarjeta de crédito. Las interminables colas rodeando el Bernabéu están llamadas a extinguirse como lo hicieron en su día los mamuts o los brontosaurios.

El revolucionario sistema se aplicará a partir del próximo lunes, con fecha tope fijada para el jueves 21. Las 27.000 entradas de las que dispondrán los seguidores blancos están priorizadas para sus euroabonados... que son 26.000. Es decir, ellos coparán la casi totalidad de billetes disponibles para el duelo centenario con el Deportivo. Cada euroabonado ha recibido una carta personalizada en la que a través de un teléfono concreto se les insta a retirar su entrada cargando su coste a través de su VISA, gracias al acuerdo que el club tiene firmado con Caja Madrid. Las entradas serán nominales y vendrá el número de socio inscrito, para evitar falsificaciones y reventas.

Sólo los euroabonados que carezcan de tarjeta de crédito, circunstancia que en pleno 2002 afectará a una minoría indetectable, podrán acercarse a una taquilla habilitada en el Bernabéu para conseguir el ansiado ticket para la final del 6-M. La demanda de entradas es tal que Florentino Pérez y sus colaboradores están cansados de responder: "Lo siento, señor, es imposible". El Bernabéu se quedará esa noche pequeño, pequeño...