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Llegó su hora. La de la definitiva irrupción de la cantera y de ese depredador del gol llamado Portillo. Cuando Valdano reestructuró a principios de temporada todas las categorías inferiores fue con el objetivo de recoger pronto frutos apetecibles para el primer equipo. Para él lo más fácil hubiese sido pedirle a Florentino 10.000 millones para fichar a Crespo o Shevchenko. Pero los tiros no van por ahí.

Alberto Giráldez comanda un metódico grupo de trabajo que ha trazado un plan quinquenal que tiene escrito en trazo rojo un sueño: tener para el año 2007 diez jugadores procedentes del filial en la primera plantilla. No es una quimera, la Quinta del Buitre surgió en su día por las necesidades de un club envejecido, pero los Pavones, Miñambres y Portillos llegan por la puerta delantera, sin traumas y con el lujo de crecer futbolísticamente junto a magnates del balón como Zidane o Raúl. Vicente, atrevete. Date el gustazo. Convoca a Portillo y refresca el espíritu de un equipo fabricado para ganarlo todo, todo...