Entrevista Agustín López
"Pino es un trepa"
El ex presidente del Comité de árbitros de Castilla- La Mancha, entre 1991 y 1996, decidió salir a la palestra para denunciar la meteórica ascensión de Pino Zamorano hacia la Primera División.
Para Agustín López, Pino se ha valido de "artimañas sucias" y de "falsedades sobre su residencia" para acelerar su llegada al cuerpo de elite arbitral español
La opinión que tengo es que es una persona que no es compañero y que ha tenido que hacer artimañas raras para unirse a la cúpula del arbitraje y poder conseguir su ascenso a Primera. No es una persona agradable para el resto de los árbitros, que le conocen por el trepa que es.
Yo creo que una artimaña es renunciar a su origen madrileño y venirse a Castilla-La Mancha, donde nada hace. Lo único que este chico hace en Malagón (Ciudad Real) es unirse al presidente del Comité Territorial castellano-manchego para ascender.
Hasta hace unos meses, este muchacho nunca había vivido en Castilla-La Mancha. Ahora sí está aquí, pero sólo para intentar desviar los comentarios que habría sobre su residencia tras su llegada a Primera.
Hasta un año y medio, vivía en Caranbanchel (Madrid) y arbitraba al Atlético de Madrid. Lo que pasa es que la Prensa en Segunda no hila tan fino. Por eso ahora se ha ido a Ciudad Real, porque estaba demasiado cerca de seguidores que le podían hacer daño. Pero en Malagón sólo duerme, ya que trabaja en Madrid y muchos días duerme en casa de sus padres en la capital.
No, no se puede hacer. Su situación era ilegal porque eso no está permitido. Lo que hizo estos años en Segunda es tan ilegal que los equipos a los que dirigió podrían haber impugnado el partido.
Porque basta con un certificado de residencia, y él falseó uno que pertenecía a Illescas (Toledo), aunque nunca llegó a vivir en esa ciudad. Se empadronó en la casa de la novia del fallecido Mora Expósito, que era de Córdoba como sus padres.
Su carrera no es limpia para nada, y lo pueden corroborar sus compañeros. La opinión del resto de los árbitros es que no es una persona limpia y que está unido al poder establecido por su interés personal.
Es un árbitro inmaduro, poco hecho porque, a ritmo de ascenso por temporada, no ha tenido tiempo de hacerse. La única temporada en la que no ascendió fue hace dos años, y fue porque paró a media campaña después del accidente en el que falleció su mujer. Le faltaban tres o cuatro años para lograr lo que ya ha conseguido en los despachos.
Lo permití porque su padre (Pino Casado) era una fuente de información sobre mis árbitros en el Comité Técnico. Cuando uno es presidente de un Comité Territorial es como un padre para todos y quería ayudar a los que estaban mal. Pino Casado era mi confidente y mi fuente de información, de manera que yo podía manejar tantos datos como Sánchez Arminio. Lo hice entonces y lo volvería a hacer ahora.
No, no creo, porque hubo otros que también arbitraron esa jornada y que han desaparecido porque no eran afines al poder. Desde luego, eso no le ha perjudicado porque es un trepa en toda regla. Nunca se ha negado a nada ante un dirigente porque sus logros los ha conseguido en los despachos.
Es el peor clasificado en los informes técnicos y seguramente descenderá a final de temporada. Él y Llonch Andreu ocupaban la cola de la clasificación. Por eso se retiró Llonch, para evitar la humillación del descenso.