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Ciclismo | Accidente

La muerte de Antonio Martín sí fue un delito

El joven que atropelló al madrileño en circunstancias similares a los Otxoa fue castigado a seis meses de cárcel.

La muerte de Antonio Martín Velasco, ex ciclista del Amaya y del Banesto que fue atropellado por un camión el 11 de febrero de 1994, sí fue considerada un delito por el magistrado del caso, al contrario de lo que ha ocurrido con el accidente que supuso el fallecimiento de Ricardo Otxoa, el 15 de febrero de 2001.

El atropello de los hermanos Otxoa, que deparó la muerte de Ricardo y gravísimas heridas para Javier, ha sido calificado como una falta, y no como un delito, en el auto firmado por María Teresa Guerrero Mata, magistrada del Juzgado de Instrucción 1 de Málaga. En consecuencia, la sanción para el conductor, Sebastián Fernández López, no podrá ser mayor a 360 e y cinco años de retirada de carnet.

En contraste con esta decisión judicial, el fallecimiento de Martín Velasco sí fue considerado un delito, por imprudencia temeraria. El joven de 22 años que conducía el camión fue juzgado por lo penal y castigado a seis meses de arresto mayor y un año de retirada de carnet, aunque la condena después fue suavizada porque su abogado alegó trastornos psiquiátricos.

Miguel Ángel García Lozano, el abogado que defendió el caso de Martín Velasco, se mostró extrañado por la diferencia de apreciación entre ambos sucesos. "Cuando se conocieron los detalles del accidente de los Otxoa, recuerdo que varios abogados comentamos que había muchísimas coincidencias con el atropello de Antonio".

"No puedo decir mucho más, porque no conozco los informes del atropello de los Otxoa", continuó García Lozano. "La decisión de considerarlo una falta también es jurídicamente válida, si se deduce que hay una intencionalidad nula y una negligencia leve, pero resulta extraño cuando ha habido un resultado de muerte y se ha probado que los ciclistas circulaban correctamente".

El accidente de Martín Velasco sí fue un caso claro de imprudencia temeraria, "porque luego se demostró que se había intentado manipular el tacógrafo del camión, que probaba que circulaba a una velocidad de 120 kilómetros por hora, en una calzada limitada a 70".

Al igual que el accidente de los Otxoa, la tragedia de Antonio Martín conmocionó a España hace ocho temporadas. El ciclista de Torrelaguna, que entonces tenía 23 años, estaba considerado como el sucesor de Miguel Indurain, tras haber sido el mejor joven del Tour en 1993.