"Apuraré con Rojo hasta que pueda"

-¿No le parece que Chechu Rojo ya ha dispuesto de tiempo suficiente?

-Hemos hecho un análisis profundo de las razones y las causas que nos han llevado hasta aquí y hoy la solución no pasa por el cambio de entrenador. Creo que con los jugadores que tenemos y el cuerpo técnico actual, el equipo debe responder.

-¿No está empecinado en una decisión personal?

-No quiero ejercer de aragonés tozudo, en absoluto. La terquedad la considero un defecto. No estoy empeñado en evitar una decisión que se pide públicamente. Pero por el momento debemos intentar recuperar el equipo. Queremos agotar hasta la última posibilidad. Creo, sinceramente, que se han puesto los medios.

-¿No tiene miedo a que se le vuelva en contra tanto respaldo?

-Sí. Porque no quiero que se entienda que estoy obcecado en defender a Chechu Rojo. Eso, sencillamente, no es verdad. El entrenador no es mi primo, ni dependo de él, ni Chechu Rojo sufrirá ninguna desgracia personal tras el eventual cese. Insisto en que la única razón por la que se ha tomado la decisión de su continuidad estriba en el bien del club. Nada más. Desde luego, no quiero que la figura del entrenador genere un conflicto social. Nací en Zaragoza, vivo en Zaragoza y quiero seguir viviendo aquí. Bajo ningún concepto deseo verme luego paseando por la calle y que la gente me mire con malos ojos o escupa al suelo cuando yo pase.

-¿Verdaderamente no piensa que la figura de Rojo no es un elemento a considerar en el círculo vicioso en el que está atrapado el equipo?

-Sí. La bola, el pez que se muerde la cola, se ha engordado mucho. En el fondo, la única rectificación posible es cambiar la tendencia con resultados positivos.