-¿Cómo se encuentra?

—Mejor, sobre todo sabiendo que los heridos están fuera de peligro y que sólo queda uno en el hospital. Pero he pasado el peor momento de toda mi vida y no consigo borrar las imágenes de mi cabeza,especialmente el mal rato posterior. El incidente en sí no fue tanto, ya que si hubiese sido fuerte la gente estaría peor. Porque el coche iba muy despacio cuando impactamos. Lo peor fueron las horas posteriores, ya que había noticias contradictorias y no se conocía el estado de los heridos.

—¿Cree que todo esto le puede afectar en un futuro?

—Son situaciones muy desagradables en el momento, pero honestamente creo que no. El hecho de que no haya ocurrido nada grave es lo que más me tranquiliza, y no pienso que me vaya a afectar.

—¿Cree que hay responsables de lo sucedido?

—Fue una negligencia clara de la organización. En esa escapatoria no tenía que haber un coche ni espectadores. En un sitio tan complejo, con una frenada tan fuerte, seguir recto es de las cosas más comunes en los rallys, sobre todo aquí, con el piso lleno de barro y tan deslizante.

—¿Cómo valora el título de Richard Burns?

—El que gana es siempre el justo campeón. Richard ha apretado al final de temporada y las cosas le han ido bien en este rally tan imprevisible. Nosotros, de no ser por las averías de Grecia y Kenia, donde pudimos ganar, podríamos haber acabado de otra manera. Pero ahora debemos pensar en el año próximo, y en que los pilotos de Ford hemos sufrido salidas de pista en Australia (Delecour y yo) y aquí, (McRae y yo de nuevo). Para seguir el ritmo de los hombres de cabeza debemos tomar demasiados riesgos, así que el coche debe mejorar.