Zizou, el falso lento

Zidane es un elefante con el cerebro de una bailarina. Su andar es pesado pero sus decisiones son ágiles. Su inteligencia trabaja a la velocidad del sonido. Zinedine es un talento altruista que le da a un equipo muchas prestaciones. Ningún centrocampista del mundo hace un uso tan inteligente del balón como él..." (Jorge Valdano en El País durante el Mundial de Francia’98). "Zidane es un regalo para el Madrid y para el fútbol. Para el Madrid, porque le mejora en todas las jugadas de ataque. Para el fútbol, porque conoce perfectamente la naturaleza del juego ..." (Santiago Segurola, El País). "Zidane jugó con la visión de un grande, el esfuerzo de un peón, la habilidad de un malabarista y la gracia de un patinador..." (Alfredo Relaño, director de AS).

Creo que resultaría pueril intentar añadir nada más. Estas tres descripciones sobre el fútbol creativo que despliega Zidane son el mejor reflejo de las emociones que transmite este mago marsellés de origen argelino. Por eso prefiero hablar de Figo. Al igual que Zizou, nunca ha ganado la Champions League. Son dos coleccionistas de títulos individuales. De hecho, el portugués es favorito para ser designado este año el mejor jugador del mundo versión FIFA. Su actitud es intachable. El acierto ya llegará. Figo no debe tener celos de Zidane. Compartir los galones es símbolo de grandeza.