Desde Rusia con Pavón

Sería fácil y demagógico achacar a la inexperiencia de la nueva hornada de la cantera madridista la culpabilidad de la incuestionable derrota sufrida anoche por el Real Madrid en Moscú. Pero no soy tan necio ni tan miserable. Es más, exceptuando a Solari (que es como Kukoc, que prefiere dar una asistencia antes que meter un gol para hacer felices a dos personas), lo mejor del bolo otoñal de los blancos en la capital del antiguo imperio bolchevique fue la demostración de entrega de los chavales que jugaron bajo la lluvia y el insoportable frío moscovita.

El resultado era previsible. El Lokomotiv se jugaba una plaza en la UEFA y el Madrid B sólo el orgullo europeo y los 106 millones de pesetas a los que Florentino, Valdano y Del Bosque renunciaron de antemano. Los tres estaban de acuerdo con la peculiar convocatoria elaborada para el partido, con lo cual ahora no sería ético que se quejara ninguno de ellos.

Pero no quiero perderme en minucias argumentales. Lo importante del test de Moscú es que Raúl Bravo, Miñambres, Aranda, Valdo, Rubén y Pavón están ganando puntos a pasos agigantados para dar el gran salto. Son jóvenes y sobradamente preparados. Muy buenos. Que Celades, McManaman y compañía espabilen. Pavón es el líder de esta generación que asombrará a Europa. Al tiempo. Desde Rusia con Pavón.