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No era cuestión de repetir escenas sacadas de la Casa del Terror como las acontecidas en Toledo hace 11 meses. Los enterradores que ya soñaban con un Madrid cautivo y desarmado en la competición más libertina y romántica, y se veían (¡ilusos!) en la final del Bernabéu el 6 de marzo, ahora entenderán por qué en el portaaviones de Florentino jamás el cartero llama dos veces. En el desierto de Fuerteventura, el campeón de Liga se dejó de gaitas y cumplió con su papel. Ganó fácil. Y punto.

Mucha culpa de la noche de turismo que el Madrid disfrutó sobre la moqueta verde del Benito Alonso de la Pared la tuvo Guti H. Hablamos del nexo entre la cantera irreverente que ahora asoma la cara (Borja, Pavón, Bravo, Valdo...) y los veteranos que buscan el equilibrio perfecto con el que Del Bosque aspira a fabricar un equipo imbatible. Guti H. (H de Hernández, en honor de su madre) se movió con frescura en las cercanías del área del Pájara, vio puerta y logró un hat-trick. Intachable.

Guti H. firmó un contrato por incentivos (eso está en el haber de Valdano) que parece dispuesto a cumplir a rajatabla. La Copa del Rey le dejará un buen pellizco si la gana. Una política justa. Tanto me das, tanto te pago. Guti H. cumplirá 25 años el día 31 y nunca ganó la Copa. El de Torrejón ya ha puesto la primera piedra.