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De Pelé deslumbraba su fantasía y su infinita capacidad goleadora; de Cruyff sus incomparables cambios de ritmo y su elegancia; de Di Stéfano su versatilidad y su capacidad para brillar en todas las facetas del juego; de Maradona su guante mágico escondido en su pie izquierdo y la quinta velocidad que imprimía en sus volcánicas penetraciones: ¿Y de Raúl?

Sin lugar a dudas, pasará a la posteridad su invento de la ‘palanca’. Es un recurso técnico que Raúl domina como nadie en el planeta Tierra. Es como si su bota izquierda se convirtiese en una pala capaz de embolsar con mimo el esférico para elevarlo y dirigirlo a lugares imposibles..

Raúl será recordado en el año 2011, cuando calculo que llegará su retirada, no sólo por haber pulverizado todos los registros y récords goleadores de la selección española y del Real Madrid. Sus inolvidables ‘palancas’ de Vallecas, La Romareda, o las más recientes con el Anderlecht y la de anoche con el Valladolid, le acercan aún más al ansiado Balón de Oro. Es la ‘Palanca de Oro’. Qué maravilla. Pero si Raúl es la cara de este desconcertante Madrid de Del Bosque, Hierro es la cruz. ¡Y qué cruz! En el primer gol, se quedó parado de forma ingenua, y en el segundo, se escurrió dejando en la barrera el hueco del empate. Quien a Hierro mata... la Liga muere.