"Este club y esta ciudad son mi vida"

Relajado, amable y sensibilizado con la tragedia de Nueva York, Raúl se sinceró con AS en una conversación distendida y humana. El crack afirma que está madurando como futbolista y como persona y explica que se ha demostrado, como ya editorializó este periódico, que el deporte "es paz".

- Lleva siete años en la elite y cada día parece más adaptado a jugar para el equipo sin necesidad de depender del gol.

- Sí, ante el Lokomotiv me di cuenta de que evoluciono cada vez más hacia el futbolista que quiero ser. Me sentí muy cómodo y participé en casi todas las jugadas de ataque. Aparte de goleador, que ya sé que lo soy y de hecho ahí están mis números, soy un delantero al que le gusta mucho participar tácticamente en el juego, dar asistencias.

- Marcó tres goles al Zaragoza, pero lleva un mes en blanco...

- Cierto, pero mi fútbol creo que ha sido superior en este mes al del día de la Supercopa. Me queda sólo rematar mi juego con algún gol para que quizá se me valore más. No voy a negar que convivo con el gol, y cuando no marcas echas en falta algo. Pero ese ese vacío lo estoy rellenando progresando en otras facetas. Cada vez me siento más cómodo en el campo, participando en la construcción del juego de ataque, dando apoyos a los compañeros... Me siento mejor que otros años en los que a lo mejor participaba menos y marcaba muchos goles. Quiero y puedo seguir progresando.

- ¿Estamos ante un Raúl más maduro futbolísticamente?

- Cuando salto al campo pienso mucho en el colectivo, en las ayudas que pueden necesitar los extremos, los jugadores de enganche, los puntas o los propios centrocampistas. Lo importante es el grupo. Por eso hay partidos en los que juego más arriba y otros más retrasado. Yo busco la diversión de todos, porque eso nos abrirá las puertas de los títulos.

- ¿Se ha puesto la gente demasiado nerviosa por tres tropiezos en la Liga?

- Aquí se vive el día y siempre estamos pasando exámenes. Lo que nos ha ocurrido a principio de temporada es bueno porque así nos hemos dado cuenta de que aunque tengamos una gran plantilla y grandes jugadores tenemos que jugar como equipo y como bloque. Si no es así, no podremos disfrutar ni conseguir los objetivos. Los baches, o mejor dicho los malos resultados, han tapado una progresión evidente en nuestro fútbol. Sólo nos ha faltado puntería. Necesitamos ritmo y regularidad. Esto es muy largo y aunque sólo estamos en septiembre parece que llevamos cuatro meses de competición.

- Llegó Figo, ahora Zidane, y Raúl no parece arrugado.

- Cuando estás con cracks de ese calibre te vienes para arriba. Estar al lado de gente así sólo puede favorecerte. En mi progresión futbolística, es fundamental jugar al lado de ellos. Siempre se aprende algo. Me beneficio de su gran calidad. Todos tenemos nuestro huequecito para el éxito. En este equipo todos necesitamos de todos. En estos 10 próximos meses todos vamos a ser importantes. Esa es nuestra fuerza.

- ¿Por qué juegan en la Champions como si fuese el recreo del colegio, sin presiones y con alegría?

- En Roma y ante el Lokomotiv jugamos tras tropezar en la Liga. En el Madrid no se pueden cometer dos errores seguidos. Teníamos ganas de dar una nueva imagen. Ante la Roma y los rusos demostramos la autoridad que tenemos. Pero hay que trasladarlo a la Liga. Lo bueno es que jugando en el Bernabéu recuperamos la alegría. Aquí es más fácil ganar y dar felicidad a nuestra afición. Ojalá cada 15 días llenemos el campo y haya problemas para que nuestros seguidores consigan entradas.

- ¿Tan determinante es jugar en el Bernabéu?

- Nunca te cansas de jugar en el Bernabéu. Sales al césped y sientes algo especial. Con el Lokomotiv había casi 50.000 personas. Eso te llega. No podemos destrozar las ilusiones de tantas personas. Por eso buscamos siempre premiarles con buen fútbol, goles y victorias.

- Usted ni había nacido cuando en 1960 el Madrid ganó la Copa de Europa en Glasgow. Este año se repite el escenario de la final.

- Sería ideal en el año del Centenario ganar la Champions. Sería clave por los jugadores que han vestido esta camiseta y por los que se han dejado el alma animando al Real Madrid por todo el mundo. Lo suyo sería lograr un doblete. La Liga y la Champions League. El del Centenario debe ser un año inolvidable.

- ¿Cuántos años más se ve usted, que sólo tiene 24, jugando al más alto nivel?

- Cada día me cuido al máximo posible porque sé que eso me permitirá jugar más años. No he pensado si duraré cinco, ocho o 10 años. Lo que sí tengo claro es que yo necesito jugar y estar siempre en el campo. Lo llevo dentro. No puedo ver el partido desde fuera. Veo difícil que deje pronto el fútbol. Sólo una lesión grave me lo haría pensar.

- Usted arriesgó ante el Lokomotiv. Otros se reservan...

- Me arriesgo a lesionarme porque tengo mucha confianza en mí y en mis respuestas físicas. En este club los fisios y los médicos saben tenernos siempre a punto.

- Se le nota muy relajado y feliz, lejos de esa imagen distante y fría que puede dar en ocasiones...

- La gente que me conoce sabe que soy una persona muy sencilla. Todo en mi vida es muy normal. Disfruto de mi profesión, de mi familia y no hay nada extraño. La gente me tiene cariño futbolístico, pero cada vez noto más afecto personal por mi forma de ser. Quiero llevar una vida tranquila con mi familia, mis amigos e intento estar al margen de problemas y situaciones desagradables.

- Sostiene Uli Stielike que los futbolistas de elite actuales van siempre con una maleta con ruedas y que se ha perdido la identidad con la camiseta. No ha sido su caso.

- Este club y esta ciudad son mi vida. Nací en Madrid, siempre he vivido aquí. Los clubes extranjeros saben que no me moveré de aquí y por eso no escucho ofertas. No hay zona en el mundo donde estaría tan a gusto como aquí. Jugar en el Madrid, entrenar a cinco minutos de mi casa...

- Pero en Europa se matarían por ficharle. Desde siempre ha tenido ofertas muy interesantes a las que ha dado la espalda.

- No quiero experiencias nuevas. La mejor experiencia ha sido empezar mi carrera en el Madrid, y espero terminarla aquí. Habrá momentos buenos, como los he vivido, y otros en los que tocará sufrir, como también me ha pasado. Todo se supera si uno quiere. Esta profesión y este club te hacen vivir tantas cosas bonitas...

- ¿Cómo vivió la tragedia de las Torres Gemelas, horas antes de jugar contra el Roma en el Olímpico?

- Estaba en la habitación del hotel de Roma, intentando antes del partido echarme la siesta como buen español que soy. Pero no pude hacerlo tras ver aquel horror. No podía dormir. Primero creí que era un accidente, luego pensamos que tendría que ser una película. No me podía creer que eso fuera verdad. Mira que era importante el partido que teníamos por la noche, pero aquello nos dejó tocados. De hecho y a pesar de la gran victoria, al entrar en el vestuario tras el partido todos preguntábamos cuántas víctimas había y qué estaba sucediendo. No nos preocupaba otra cosa. No logro olvidarlo.

- ¿Conocía Nueva York?

- Yo estuve en las Torres Gemelas hace dos años, allí arriba, y todavía me quedo bloqueado pensándolo. Son cosas que no pueden volver a suceder. Hay gente que está luchando para que esto no ocurra nunca más. Ha quedado demostrado con el deporte que lleva la paz y la puede transmitir a todo el mundo.

- ¿Es el deporte el último agarradero para el mundo occidental, tan desencantado por tantas cosas?

- Sí, la gente logra ver en el deporte la parte más agradable de la vida. El atentado de Nueva York te hace pensar que algún ser querido tuyo podía haber estado allí y eso te hubiera supuesto un drama personal. Me impresionó. Afortunadamente, gracias al deporte se ha conseguido un acercamiento a las conciencias para unir a las civilizaciones y a los países en busca de la paz.

- Por cierto y regresando a la esfera estrictamente deportiva. ¿Lograremos en el Mundial de Japón y Corea quitarnos la fama de perdedores con la selección?

- Puede que haya existido menos enganche con la afición de lo normal porque nos ha faltado dar un paso. Pero ha llegado el momento de que la selección logre algo. Posibilidades hay y la calidad del jugador español está contrastada a nivel internacional. Tenemos una gran mezcla de veteranía y juventud. Vamos a ir a por todas y a jugar cada partido como si fuese el último del Mundial. Ahí veremos donde está nuestro techo.

- ¿De veras cree usted que hay antimadridismo en España o es una campaña que no tiene un fundamento serio?

- Este país está lleno de madridistas. Desde que debuté en 1994 en Zaragoza he visto como cada vez hay más madridismo. Cada ciudad a la que llegamos se vuelca con nosotros la gente. Todos nos dan cariño. Es normal que los niños, en su mayoría, sean madridistas.