En busca del gol perdido

Las cosas se han puesto muy feas para Vicente del Bosque en cuestión de horas. El Madrid se ha quedado sin delanteros de la noche a la mañana. En el entrenamiento de ayer, Guti se unía a la baja de Morientes después de sufrir un esguince en su tobillo izquierdo y, para colmo de infortunios, Raúl se retiraba de la sesión aquejado de una elongación en el adductor izquierdo, producto de un estiramiento demasiado forzado. Lo que parecía una tranquila mañana de previa antes de un fácil partido de Liga de Campeones se convirtió en una pesadilla para el cuerpo técnico blanco. La exploración realizada a Guti confirmaba que estaría, al menos, una semana de baja. Mientras, se intentaba dilucidar el tiempo que Raúl permanecería inactivo y las alarmas se encendían en el Bernabéu.

El carácter competitivo del siete blanco ha dejado el mal en menor. Su participación ante el Lokomotiv parece difícil, pero las esperanzas se mantendrán hasta los momentos previos al inicio del encuentro. El pichichi está dispuesto, como es habitual en él, a forzar por disfrutar de una noche mágica en el Bernabéu. Apuesta arriesgada y valiente.

Del Bosque tendrá que empezar a hacer funcionar la recámara. Savio verá cumplido su deseo de jugar. Para él será la responsabilidad de materializar el juego de su equipo en goles, algo que, hasta el momento, cuesta mucho trabajo a los blancos. La sombra de una mala planificación de fichajes vuelve a planear sobre el Bernabéu. El Madrid no quiso contratar a un nueve de garantías a pesar de que Guti tuviera que remediar tal escasez la temporada pasada y, ahora, las lesiones reactivan el debate.