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Primera | Crónica

Cambio a peor

Del Bosque apostó por Celades con Zidane, que marcó un gol, y el Madrid aguantó sólo un tiempo ante el empuje del Betis

Actualizado a
VOLUNTAD SIN ACIERTO. McManaman tuvo una gran ocasión ante Prats, pero el Madrid se mostró desafinado en el 
remate.
A. MARTÍNEZ / M. A. MORENATTI

No levanta cabeza el Real Madrid en la Liga. Es frágil, discontinuo, poco peleón. El nuevo dibujo, con Zidane en rombo y hasta en papel goleador, soportó sólo una mitad del partido. Se vino abajo inexplicablemente a los cincuenta minutos cuando Capi rompió el encuentro con un gol sensacional.

El bético sí que lo hizo como un crack, dejando sentado a Hierro con dos fintas gloriosas y disparando pegadito al palo. El Betis volvió a dar una lección de furia al equipo de Del Bosque. Un técnico que hoy parece metido en el peor laberinto desde que asumió el cargo. Sea la llegada de Zizou o sea cualquier otra razón por descubrir, la realidad es que en el Ruiz de Lopera su equipo llegó a rozar el caos defensivo en un proceso de autodestrucción muy alarmante.

La anunciada revolución en el Real Madrid estaba servida en Sevilla y aún con mayor efecto colateral del previsto. César suplió a Casillas y eso sí que se convertía en una apuesta arriesgadísima de Del Bosque, pues el guardameta titular venía siendo de lo mejor en los últimos partidos. Y junto a esta variante, las previstas de Celades e Iván Campo, para dar un giro definitivo al perfil táctico del equipo. Todo por Zidane y por la buena causa global de buscar una dinámica efectiva apuntada en Roma. Pero el castillo de la ilusión madridista no soportó la presión de un partido muy largo ante el Betis.

Y la cuestión es que la batalla fue brillante y equilibrada hasta el descanso. El Madrid encontró un acomodo razonable con Celades por delante de los dos centrales y con Zidane liberado de presiones en la medular. El Betis apretó mucho con jugadores de tremenda calidad como Joaquín, Capi o Casas, sin olvidar a ese Denilson resucitado. Si por un lado pegaban, por el otro respondían. El choque dejaba sin aliento al espectador, hasta que Iván Campo cometió una torpeza en un pase corto a Hierro y allí apareció Casas para iniciar el festival.

El gol verdiblanco no paralizó el sistema nervioso madridista, sino que lo punzó. Macca y Figo se abrieron muy bien por las bandas y rodearon al Betis con el referente de Zidane por el centro. Un minuto tardó el Madrid en empatar y fue por medio del francés, en lo que es su debut goleador en la Liga. La frescura fue tan contagiosa que hasta el descanso los madridistas crearon hasta cinco ocasiones meridianas de gol... Muchas buenas intenciones que se fueron al viento en el minuto cincuenta.

Capi cambió el decorado. El Betis tejió una red de minas en torno a Zidane y Celades se perdió como naúfrago en el mar. Se añoró la labor zapadora de Makelele en este momento de sacar las armas y Del Bosque miró al cielo sin encontrar una solución a mano. Luego, el Madrid se trasquiló en todas sus líneas por un mal recorte de Figo, desconocido después del gran día de Roma, y Joaquín hizo el mortal tercero. La secuencia de calamidades continuó con la lesión de Roberto Carlos y una noria inútil de sustituciones.

Ni con Savio y Munitis el Madrid rompió el robusto muro levantado por el Betis. A Raúl no se le vio, como a Guti, a Hierro...Y Zidane tampoco dio la nota alta esperada después de modificar a todo un equipo para que se sintiera a gusto. El Betis ganó bien y a Del Bosque le empieza a oscurecer su figura una fea penumbra.

El detalle: Un comienzo que tiene precedente

El Madrid de la temporada 29-30 y de la 84-85 también empató un partido y perdió dos en el arranque de Liga. Después consiguió ser quinto al final de temporada. Sólo el Barça, con este inicio en la 73-74, ganó la Liga. Claro, que llegó Cruyff empezada la temporada.