Los Ultras regresaron a su 'Pecera'

Los Ultras Sur regresaron a su guarida, a la ubicación que disfrutaron en ese Fondo que ocuparon durante dos décadas hasta aquella fatídica noche del 1 de abril de 1998. ¿Recuerdan el esperpento de la portería partida minutos antes de dar inicio el Real Madrid-Borussia? ¿Y el retraso de hora y cuarto a la espera de que un camionero llevase al Bernabéu una portería trasladada desde la Ciudad Deportiva?

El deterioro de imagen y prestigio fue brutal y los ultras lo pagaron caro. Lorenzo Sanz, que siempre mantuvo buena relación con el grupo, los desterró a la Grada Joven creada en el córner que da a la calle Padre Damián.

Pero ahí el efecto positivo de los Ultras Sur, es decir, su capacidad para animar al equipo en los peores momentos y su poder de intimidación con los rivales cuando se acercan por su zona, quedó diluido y los líderes del grupo se lo transmitieron al club.

Por eso anoche fue su gran día. Tres años y medio después han sido indultados y han regresado a casa. En la llamada 'Pecera', los radicales madridistas disfrutaron de sus cánticos y su aliento fue bien recibido por los hombres de Vicente del Bosque. Pero el gol de Fernando Sanz los enmudeció.

La nueva grada, separada del resto de los aficionados por dos mamparas de metacrilato, ubicó a un millar de ultras que exhibieron su habitual parafernalia de pancartas y banderas.

En el primer día de su regreso al F.S. se portaron bien, increparon a Darío Silva todo lo que pudieron para amedrentarle y jalearon el gol del Ferrol en el Calderón. Fueron buenos chicos. Pero, ¿qué ocurrirá el 3 de noviembre cuando Bonano se coloque en esa portería?.