La caída de Serrano hundió a la ONCE

La ONCE partía como el coco de esta Vuelta con su tridente formado por Beloki, Igor Galdeano y Olano, pero el equipo tuvo un fatal estreno. "Ha sido un día negro", dijo su director, Manolo Saiz. El motivo fue una tremenda caída de Marcos Serrano en el kilómetro 3 de la contrarreloj. El gallego se rompió una clavícula y, aunque terminó el recorrido, hoy no tomará la salida.

El suceso estuvo cargado de dramatismo. Serrano se levantó con el brazo derecho ensangrentado, el culotte roto y ligeramente conmocionado. Volvió a subirse a la bicicleta y acabó la etapa arrastrando su sufrimiento durante siete kilómetros. Al cruzar la meta, lloró. Por si fuera poco, ayer cumplía 29 años.

Serrano fue evacuado al Hospital Universitario de Salamanca. El parte médico le diagnosticó "una fractura del tercio medio de la clavícula derecha, traumatismo craneal con ligera conmoción cerebral, contusiones y erosiones múltiples". Fue operado a última hora de la tarde y permanecerá ingresado dos días.

La baja de Serrano es un mazazo para la ONCE, porque el noveno clasificado del Tour era una de sus mejores bazas estratégicas para la Vuelta. Para colmo, sus compañeros se han visto muy afectados moralmente. "El equipo está muy triste y me temo que vamos a necesitar un par de días para levantar el ánimo", dijo Saiz.

La caída también influyó en el resultado, sobre todo en el rendimiento de Igor Galdeano, que era uno de los grandes favoritos. "Igor extremó las precauciones hasta tal punto, que me iba preguntando cuál era la curva en la que se había caído Serrano", dijo Saiz.

"Si quieres ganar tienes que arriesgar, pero también hay que pensar que la Vuelta no es sólo esta contrarreloj, sino que acaba en Madrid", dijo el propio Igor. "Está claro que el accidente de Serrano me ha hecho ir más precavido que si no se hubiera caído". Joseba Beloki hizo la misma confesión: "Aunque en el fondo no lo quieras, una cosa así te hace extremar las precauciones".