Joel, el juvenil mejor pagado del universo

En ese ambiente descorazonador aparecen los emisarios de los Dodgers de Los Angeles para convertir a uno de los adolescentes del pueblo en el juvenil mejor pagado del universo: Irving Joel Guzmán, 500 millones de pesetas como bonificación de ficha.

Guzmán, que cumplirá 17 años el 24 de noviembre, es un fichaje de futuro para los americanos, que tradicionalmente buscan estrellas prematuras en las ligas hispanas. De hecho, el contrato más alto firmado por un juvenil lo tenía el venezolano Miguel Cabrera, que en 1998 obtuvo de los Marlins de Miami una prima de fichaje de 320 millones de pesetas cuando tenía también 16 años.

Guzmán seguirá en su país para terminar el bachillerato, y posiblemente se incorpore a una liga de entrenamiento el próximo otoño. En Estados Unidos está imposibilitado legalmente para jugar hasta el próxima año, lo que no ha sido obstáculo para el conjunto californiano, que ve en él una estrella emergente en menos de tres o cuatro años.

Jugador de baloncesto

El caso es que Joel, hijo de una maestra rural dominicana, iba para baloncestista, porque era de los chicos más altos de su edad y porque le gustaba saltar e intentar canastas a capón. Sin embargo, a los nueve años, su padre le reorientó su inclinación al introducirle en el béisbol, por el que se inclinó definitivamente poco después.

Ahora, con siete años de pelotero, es un tipo poderoso, de 1,92 metros de altura, que juega de shortstop (idéntico puesto que el también dominicano Alex Rodríguez, el jugador mejor pagado del mundo con sus 50.000 millones de pesetas por siete años en los Rangers), y que por ahora sólo domina el bateo por la derecha, aunque los descubridores de esta perla aseguran que tiene talento para batear a cualquier pitcher.