Sorribes y Bucsa: una medalla para dos currantes
La castellonense es compañera de generación de su gran amiga Paula Badosa y lucha por volver arriba. La cántabra no tiene patrocinadores y viaja con su padre.
El triunfo de Sara Sorribes (Vall d’Uxó, 27 años) y Cristina Bucsa (26, Chisinau, Moldavia) es el de dos currantes del circuito. Kilómetros y kilómetros alrededor del mundo para dos títulos individuales la primera (Cleveland 2023 y Guadalajara 2021) y dos de dobles y cuatro por parejas de la segunda, todos con compañeras diferentes.
“A mí lo que me gusta de verdad es competir”, dice siempre Sorribes, que cogió una raqueta de tenis por primera vez con cuatro años cuando iba al Club de Tenis Vall d’Uxó con su madre, donde ésta daba clases. Su padre fue futbolista del Castellón. “Vengo de una familia humilde”, se enorgullece. En júnior, derrotó a Paula Badosa en la final del campeonato de Europa, su amiga íntima, compañera de multitud de viajes desde niñas. Iba para arriba Sorribes (32ª del ranking en 2022), pero ese de momento su techo (ahora es 71ª).
Con la dirección de la exprofesional Silvia Soler y Paco Fogués, Sorribes intenta escalar de nuevo, después de estar parada medio año en 2023 por una rotura del escafoides de su pie derecho. Por lucha no será.
Bucsa (Chisinau, Moldavia, 26 años) es la normalidad en persona. La antidiva en un mundillo lleno de ellas. Establecida desde los tres años en Torrelavega (Cantabria), no tiene patrocinadores y sólo Facebook como redes sociales. “Me gusta ser libre, lo mejor es la libertad. No necesito tener mucha ropa, con siete camisetas, siete pantalones y faldas ya me vale, porque si no, es un gran gasto”, contaba en una entrevista con AS. Viaja por el circuito con su padre, Ion, biatleta dos veces olímpico que ejerce de entrenador. Habla español, rumano, inglés y francés. Despreocupada y como si fuese una rutina, juega lo que le echen y con quien se lo pida. Por eso sus cuatro títulos en dobles son con compañeras diferentes. El triunfo de dos currantes.